Opinion | 14 Sep La popular frase “¡Sé donde vivís!”, usada para intimidar, la escuchan cotidianamente muchos funcionarios del Ministerio del Interior. A propósito de esto, el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, la Agencia Nacional de Vivienda y el Banco Hipotecario firmaron un convenio con la Junta Nacional de Drogas, para brindar la posibilidad de acceder a viviendas seguras y dignas a los testigos y funcionarios abocados a la lucha contra el narcotráfico y el lavado de dinero.
En esta oportunidad la Agencia de Vivienda pondrá 30 viviendas en venta en los siguientes 15 años. También se dispondrá de tres unidades habitacionales no para la venta, sino para solucionar alguna situación en lo inmediato, todas con subsidio del Ministerio. El Banco Hipotecario, por su parte, otorgará en una primera etapa diez préstamos en una línea especial, más blanda en los requisitos, para que puedan incluirse en este plan.
Sin lugar a dudas, una buena noticia. Sin embargo, el gobierno debe tener en cuenta también a muchos policías que residen en asentamientos irregulares y las zonas conflictivas de las ciudades, con los delincuentes como vecinos.
La Mesa Intersindical Policial reveló en el Parlamento que según un censo policial realizado en 2007, hay más de 2.500 policías viviendo en asentamientos y unos 6.000 que cobran solo el 30% de su sueldo por estar endeudados.
Son necesarias, además, más acciones como las llevadas a cabo en Fray Bentos. La empresa Botnia donó a la Intendencia de Río Negro las 108 viviendas que fueron habitadas por sus obreros durante la construcción de la planta. El Ministerio de Vivienda adquirió la mayor parte de estas viviendas, algunas de las cuales serán otorgadas a familias policiales y de la Armada. Es indudable que los funcionarios que trabajan para la seguridad de los ciudadanos, al igual que sus familias, también necesitan seguridad.
Además de que tener una vivienda digna es un derecho, ello redundará en un mejor desempeño de su labor, para beneficio de toda la sociedad.