Locales | 15 Sep La incorporación de cuatro unidades para el servicio urbano de pasajeros --que todavía están en fabricación en Brasil-- pemitirá la renovación de prácticamente el 25 por ciento de la flota que circula diariamente por la ciudad y reducir sustancialmente los costos de mantenimiento, que se han exacerbado debido a la antigüedad de los ómnibus, destacó Richard Tagliani, gerente de la cooperativa de transporte. Copay cuenta actualmente con 25 unidades para el servicio urbano, pero no circulan diariamente en ese número, sino que promedialmente lo hacen unos trece a quince ómnibus. “Por lo tanto, si vamos a incorporar cuatro unidades nuevas en el servicio, sobre un total de quince, estamos hablando de una renovación del orden del 25 por ciento, lo que es muy significativo”, acotó Tagliani.
Precisó que las unidades de mayor antigüedad tienen un costo de mantenimiento muy alto “y fundamentalmente lo que se busca es por un lado abatir costos en esta parte. Pese a que se ha renovado y mejorado, la mecánica sigue siendo la misma de hace décadas y hay reparaciones que se hacen constantemente y a un costo alto”.
precio del boleto
se mantiene
“Por otro lado, también buscamos retribuirle a la población la preferencia y fidelidad que tiene por Copay”, dijo, y recordó que el boleto común se mantiene a diez pesos, a pesar de los sucesivos incrementos de costos, desde enero de 2007. Señaló que en 2006 el boleto costaba doce, “y con la aplicación del fideicomiso y en un esfuerzo en conjunto con la Intendencia Departamental se logró bajar la tarifa a diez pesos, que es una de las rebajas más importantes que ha habido en el servicio urbano en todo el Uruguay. Se aplicó un porcentaje por encima del que estableció el fideicomiso absorbiendo esa diferencia entre Copay y la Intendencia”. “Desde entonces Copay ha mantenido el precio y es de público conocimiento que por ejemplo en Montevideo ha habido sucesivos aumentos, pero la empresa lo mantiene hasta la fecha a ese valor apostando a la gente, a que se vuelva a considerar el servicio urbano como hace un par de décadas, en que era un servicio esencial, y sabemos que la gente que viaja en el servicio urbano es la de menos recursos. Eso se ha puesto siempre en la balanza y se ha intentado mantener la tarifa, tratando de solventar otros costos también, porque el gasoil que mantiene el fideicomiso no es el único costo que integra la paramétrica de nuestra tarifa. Tenemos aumentos salariales, entre otros incrementos de costos que la cooperativa ha tratado de mantener para poder sostener esa tarifa a diez pesos”, subrayó. “Esto ha sido posible también porque aquel servicio urbano que día a día venía cayendo en cuanto al número de boletos, en que no había un piso, afortunadamente a partir de la implementación de esto encontró su piso y ha ido logrando tener un crecimiento paulatino, muy lento, aunque no nos acercamos en absoluto a valores que se transportaban a fines de la década de 1980. Pero tuvimos un freno y comenzamos a crecer”, acotó.