Opinion | 18 Sep En coincidencia con el anuncio de un alerta meteorológico en el interior del país el Centro de Coordinación de Emergencias Departamentales (Cecoed) de Paysandú, recibió el equipamiento completo para entrar en funcionamiento.
El servicio cuenta con cinco computadoras personales, dos equipos informáticos para servidores, dos televisores de 21 pulgadas, 20 sillas, un equipo de radio con base y cinco handies más la antena correspondiente, una fotocopiadora, escritorios y cajoneras, además de heladera, horno microondas y cafetera para los funcionarios.
Contar con todos los elementos para poder monitorear las alternativas de los fenómenos meteorológicos u de otras situaciones que amenacen a la población permitirá poder tomar decisiones acertadas e impedir efectos secundarios. Sin embargo, la sola llegada de equipamiento no es garantía de accionar efectivo, y deberá estar acompañado de los correspondientes recursos humanos calificados para su óptimo aprovechamiento. El potencial valor de la información en materia de prevención de desastres radica en lo que los seres humanos que la reciben hagan con ella, para no caer en el alarmismo contraproducente ni en la ignorancia despreocupada.
Asimismo es fundamental el funcionamiento en red con instituciones radicadas en la región y que podrían sumar aportes para encarar la situación y así estar en mejores condiciones de enfrentar el problema.
Estar preparados implica realmente asumir el compromiso de garantizar respuestas apropiadas, significa que se dejó atrás la improvisación y que estamos en condiciones reales de adoptar con responsabilidad las mejores opciones frente a una situación que implique amenaza.