Paysandú, Jueves 24 de Septiembre de 2009
Locales | 22 Sep Las instituciones médica, tanto privadas como de ASSE, reciben una sobrecuota en la liquidación mensual (cápita) que hace el Ministerio de Salud Pública, en la medida que esos centros de salud cumplen las “metas prestacionales” que marca el propio MSP y que se miden con indicadores sobre niveles de atención y también de prevención y promoción de salud. Así lo indicó a EL TELEGRAFO el director nacional de Salud, doctor Jorge Basso, quien relativizó la instalación de Instituciones Médicas Altamente Especializadas (IMAE) --con una alta tecnología y costo-- a que tengan una escala que permita la sustentabilidad en el tiempo.
NO SOLO CURAR ENFERMOS
“El proceso de reforma sanitaria es integral y muy extensa, lo que determina que todas las intituciones de salud, tanto públicas como privadas tengan el gran desafío de lograr no solamente la atención de urgencia ni solo cuando la persona se sienta enferma, sino el control en salud de los distintos colectivos que ingresan al sistema”.
“Nosotros tenemos como un elemento muy importante el trabajo con metas asistenciales, que son objetivos que estableció el Ministerio, y hoy por primera vez en la historia cada una de las 48 instituciones médicas públicas y privadas del país saben exactamente cuántos niños tienen, cuántos están controlados, cuántos tienen certificado de vacunación o ecografía de cadera o cuántos controles tiene cada niño”. Lo mismo ocurre, según otro ejemplo, con las mujeres: “cuántas se controlan sus embarazos y tienen los exámenes correspondientes”.
Dijo que “esto es prevención y promoción de salud. Y el gran desafío que tenemos es pasar de un modelo de atención que estaba fuertemente focalizado en la atención curativa a una atención que además incorpora actividades de prevención y promoción, Y eso se logra a través de una serie de programas que está monitoreando el Ministerio”.
LOS FACTORES DE RIESGO
De ese monitoreo surge el cumplimiento, lo que “genera estímulos económicos, hay dinero de por medio que es un componente de la cuota social que se le paga a las instituciones, que tiene que ver con el desempeño de la institución vinculada a estos programas”.
Merced a ese estímulo, hubo “un proceso de reingeniería de los sistemas de información y el trabajo en equipo para que las instituciones mejoren la calidad de atención, que es la única forma que los indicadores de salud del país puedan cambiar”.
A juicio del jerarca este cambio “no es solo con aparatos, tecnología ni equipos -que son muy importantes- si se logra trabajar con programas que den cuenta de cómo se controlan los distintos sectores de la población y cómo van resolviendo los factores de riesgo como el tabaquismo, la alimentación, el sedentarismo que cada uno de nosotros conoce pero no necesariamente practica”. Agregó que para esto “las instituciones de salud están permanentemente interactuando con esa población, recordándole que se tiene que controlar y hacer las cosas mejor para prevenir enfermedades graves que tienen consecuencias personales y para la sociedad, que es finalmente quien tiene que pagar al sector de la salud a través del sistema impositivo”.
EVASIVAS POR IMAE
EN EL INTERIOR
Con respecto a las Instituciones Médicas Altamente Especializadas, los IMAE, y cuál es la política a seguir en el Interior, donde se aspira instalar alguna más, como el Centro Cardiovascular en Salto, dijo que “son financiadas por el Fondo Nacional de Recursos (FNR) para un conjunto de prestaciones que son muy costosas y de baja prevalencia, numéricamente son muy pocas. El FNR es un mecanismo uruguayo que está siendo emulado en el exterior”.
Recordó que hay IMAE privados y públicos que desarrollan esa política de salud, pero no obstante “la incorporación de nuevos IMAE está regulada y hay un proceso por el cual lo que el Ministerio aspira es que hagan las cosas bien, trabajen en una escala que haga posible un número de procedimientos que habilite como en el resto del mundo que esos estándares de calidad se alcancen”.
Según Basso, “cuando un IMAE trabaja con un número muy escaso de procedimientos, en general hay problemas de calidad, y por eso no es bueno bajar la escala de procedimientos”. Con ese argumento, afirmó que “el número de IMAE está regulado y se analizan permanentemente las iniciativas que nos llegan”.
Sobre si hay alguna propuesta de Paysandú, Basso no contestó directamente, señalando que “hay propuestas de distinto tipo. En el mundo hay un fuerte impulso al crecimiento científico técnico en equipamientos y tecnología. Un país que se precie de su política de salud debe tener un control y una política de tecnología que aspire a que las cosas se hagan bien y que sean sustentables en el tiempo”.
Preguntado específicamente sobre la propuesta para desarrollar un Centro Cardiovascular de Salto, dijo que “está siendo estudiado. Es una de las iniciativas, hay otras, para la eventual incorporación de otro IMAE. Se está estudiando, por ahora eso”, dijo evasivamente.
Sí especificó que también hay instituciones públicas que tienen propuestas de IMAE o de algunos existentes y subutilizados, por lo que “hay que tomar alguna decisión para que sean adecuadamente utilizados”.
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