Locales | 25 Sep Anoche sesionó en forma ordinaria la Junta Departamental, con la presidencia del edil Francisco Debali, con cierto retraso respecto a lo habitual, dado que se prolongó hasta las 20.30 la realizada en forma previa a efectos de que los directores de República AFAP explicaran los alcances del sistema previsional mixto y la experiencia recogida en 13 años de vigencia de la ley 16.713 de Seguridad Social, que lo dispuso.
En la media hora previa, entre otros temas, el edil colorado David Helguera planteó su inquietud respecto a si existe alguna reglamentación sobre los cuatriciclos y que se controle por la Intendencia de Paysandú. Apenas iniciada la consideración de los temas agendados, el frenteamplista Luis Lopardo solicitó la alteración del orden del día para tratar primero los informes verbales (en mayoría y en minoría) de las comisiones de Legislación y de Turismo que trabajaron en común sobre la anuencia solicitada por la Intendencia para la enajenación de los padrones 1.043 y 1.044, conforme a las bases y a las resultancias de la licitación pública internacional 2/09 de la Dirección General de Casinos, Ministerio de Economía y Finanzas.
El edil Alejandro Machado fue el encargado de dar lectura al informe del FA, el que en la parte medular sostenía: “un potencial inversionista manifestó al Ejecutivo Departamental su interés por los padrones donde hoy funcionan la Dirección de Turismo y el Centro de Educación Integral, frente a la Plaza Constitución”. Agregaba que “la Intendencia, luego de las consultas pertinentes relativas a las formalidades del caso, solicitó anuencia a la Junta Departamental para proceder a su enajenación, condicionada por el procedimiento de un llamado a interesados, dado que por lo perentorio del plazo -la apertura de la licitación de la Dirección de Casinos está prevista para el 30 de setiembre- no es posible convocar una licitación pública”.
“La licitación para la instalación de la sala de juego es de competencia de la Dirección de Casinos y la Intendencia poco puede hacer al respecto, más allá de haber acordado que el emprendimiento asociado sea un hotel”. La conclusión de este informe era dar la anuencia solicitada a la Intendencia, que “no implica necesariamente que la sala de juegos se instale en esos padrones, lo que ocurriría solamente si el inversionista interesado u otro que formulare la mejor oferta resultara ganador de la licitación internacional”.
Negativa de la oposición
Por su parte, el informe verbal del PN, brindado por el edil Roque Jesús, decía que dicho partido “no va a conceder la anuencia en atención a que no se establece claramente que el destino de esos padrones que se proyecta vender y para lo que se solicita autorización, sea para la construcción de un hotel de categoría 4 estrellas”. También porque “nada se dice que tales construcciones deberán regirse por la normativa departamental vigente en la materia, como forma de marcar las pautas que deberán regular tales obras” y dado que “el destino de lo producido por la venta (según detalle brindado por la IDP) demuestra inconsistencia y que solo se hizo para cumplir con los requisitos de la normativa vigente, Tocaf artículos 33º y 69º. El mismo contiene una especie de expresión de deseos más que un pormenorizado análisis de qué se va a hacer con lo obtenido en tales ventas”.
Más adelante se afirmaba que lo solicitado “va contra las reglas de transparencia y cristalinidad en el manejo de los fondos y recursos públicos. Por eso es que el Partido Nacional no va a acompañar esta solicitud de anuencia”.
Por su parte la edila Nilda Belvisi, en representación del PC, luego de una detallada argumentación basada en las normativas vigentes en estos casos, sostuvo que lo presentado por la Intendencia es “un proyecto que merecería nuestro apoyo por tratarse de una inversión, pero no está signado por las seguridades que nos convenzan para comprometer parte del patrimonio municipal y que nos brinde la certeza de los beneficios que pudieran producir para Paysandú. No es menor la observación que hacemos al procedimiento que usa la Intendencia para enajenar”. También que “en esta solicitud de anuencia existe gran incertidumbre en el destino del bien propiedad de la Intendencia, en un lugar privilegiado y único”.
La forma en que se votó
Luis Lopardo intervino para argumentar a favor de otorgar la anuencia en bien del desarrollo de Paysandú y fustigar el informe del Partido Colorado, dado que según el mismo “estaríamos ante un hecho que desde mi punto de vista llegaría a ser cuasi delictivo. Lo que es grave”. Por su parte el nacionalista Nicolás Olivera sostuvo su acuerdo en dar la anuencia si lo que se construye en esos terrenos es un hotel y que “si el intendente remite garantías (de dicha obra de servicio) para la sociedad, mi voto lo tiene”.
En este caso se requería mayoría especial de 21 votos afirmativos, solicitando Lopardo votación nominal (cada edil es nombrado y debe manifestar su voto). Cumplida la misma se totalizaron 15 votos por la afirmativa -todos de la bancada frenteamplista- y 16 votos por la negativa: 14 ediles del Partido Nacional, 1 del Partido Colorado y 1 de la lista 1001 del Frente Amplio. Su edil titular, Walter Duarte, al fundamentar el voto dijo que las razones “eran diferentes a las de la oposición” y aclaró que los motivos ya eran de pública notoriedad: su sector prefiere la remunicipalización de los bienes patrimoniales de la IDP. Afirmó que para él, “contrariamente a lo que se dijo aquí, sí es una diferencia apreciable si se trata de un inversor local y no un extranjero, por lo que implica en cuanto al movimiento económico local”.
El plenario pasó luego a sesionar en forma secreta para considerar un informe de la Comisión de Asuntos Internos en que seguramente aprobaría la suspensión de cuatro funcionarias de despacho -por lapsos diferentes pero todas sin goce de sueldo- tras el sumario realizado por el presunto uso abusivo de distintos elementos de trabajo pertenecientes a la Junta Departamental.