Deportes | 23 Sep Es una de las promesas que quedó por el camino. Más que promesa, Renzo Westch supo transformarse en realidad en los circuitos de duatlón y triatlón no solo del país sino también en el ámbito internacional. Pero también lo golpeó duro la realidad, al no conseguir el apoyo económico necesario como para que pudiera desarrollarse en estas dos disciplinas.
El atleta sanducero, reconocido por propios y extraños en base a excelentes resultados, terminó cansándose y largando todo. Justo después de que fracasara el apoyo prometido por la malograda Confederación Deportiva de Paysandú.
Hoy su vida transcurre alejada del deporte, siendo guardavidas en las Termas de Guaviyú. Pero el deporte le volvió a golpear la puerta, al menos para reconocerle por los excelentes resultados logrados el pasado año.
Es que Westch será premiado hoy en el Palacio Legislativo (también lo será otro sanducero, el remero Emiliano García) por parte del Comité Olímpico Internacional, gracias a los títulos Nacional, Entrerriano y Sudamericano logrados en 2008.
“La Unión de Triatlón me propuso para los premios a los deportistas del año en cada disciplina. La verdad es que no sé mucho de qué se trata, pero la ceremonia será mañana (hoy) en el Palacio Legislativo”, dijo el deportista sanducero.
“¿Cómo recibo este premio? La verdad es que como no estoy entrenando ni compitiendo más, no me influye demasiado. Me alejé de las competencias porque es muy complicado por el trabajo, más estando en las termas. La única manera de volver sería consiguiendo un trabajo en Paysandú que fuera flexible con el horario, o bien lograr un apoyo económico”, agregó.
Westch confesó que, más allá de todo, “si se da la oportunidad me gustaría volver a entrenar y competir. Hay veces en las que uno se embala y quiere volver, pero cuando lo pensás bien te das cuenta de que es imposible. Quizá algún día se pueda dar”.
El deportista, que supo dominar sin mayores problemas las competencias del ámbito local, así como a nivel nacional, cruzó también el charco para ganar el complicado Campeonato Entrerriano. Y se dio el gusto de salir airoso en el Sudamericano disputado en Isla Margarita, en Venezuela.
Pero los méritos deportivos no fueron suficientes para que las puertas que golpeó una y otra vez en busca de apoyo se abrieran. Por eso terminó tirando la toalla y el premio que recibirá hoy servirá no como incentivo, sino para adornar algún lugar de la casa. “Seguramente será el último premio que voy a recibir. Esa es la importancia que tiene para mí”, dijo.