QUEBRACHO

Rurales | 24 Sep Dieciocho familias que trabajan pequeñas fracciones de tierra, la mayoría de cinco hectáreas, en los aledaños  de Quebracho, zona denominada “Colonia El Gato” y que corresponde en general a “las chacritas” del Instituto Nacional de Colonización, Colonia Ros de Oger, ubicadas en ese lugar,  están trabajando entusiastamente para consolidarse en grupo, aglutinados por intereses comunes como es la  recepción de raciones y obtención de un campo de recría. En general explotan pequeños tambos, crían cerdos, huerta y granja.
La respuesta a la invitación hecha al Directorio del INC,  tuvo respuesta y ayer recibieron en uno de los predios al Vicepresidente, Sr. Mario Vera y al Director Álvaro Ferreira. En el curso de la reunión los productores adelantaron sus inquietudes, y las autoridades presentes  evaluaron  posibles mecanismos de atención a  los pedidos que se formularon.
El Director Ferreira explicó a EL TELEGRAFO que “concurrimos ante invitación de estos vecinos que tienen inquietudes. Básicamente lo que plantean es necesidad de tierras, son productores muy pequeños que tienen la necesidad de un área para la recría y vacas secas, productores que muchas veces tienen ganado en la calle y con dificultades para poder desarrollar actividades productivas y tener una  estabilidad que les permita vivir del  trabajo de la actividad agraria”.
Respecto a las posibilidades de atención a los planteamientos recibidos, dijo que “es posible. En primer lugar vinimos a escuchar cual era la demanda de  la gente. Naturalmente no prometemos nada”. Pero afirmó que “Sí, es política del INC atender en la medida de sus posibilidades, las demandas de aquellos productores y familiares” sobre todo porque “estamos promoviendo la organización y la asociación de los pequeños productores. Nos sorprendió gratamente que  sea un número importante de familias que han tenido la voluntad de juntarse y ver como colectivamente pueden encarar la solución de los problemas. Eso lo vemos muy bien, lo impulsamos y lo tratamos de apoyar, porque es la forma que los pequeños tengan alternativas de desarrollarse. Si no se juntan, es muy difícil encontrar la soluciones que necesitan”.
“Es un grupo que está arrancando, tienen tareas para hacer y una necesidad de tierras que es real. El desafío que nos  planteábamos con ellos es que sería bueno profundizar en cual es concretamente la necesidad de tierras, para qué quieren esa tierra y cómo pueden trabajar asociativamente esa tierra. Pueden  encontrar, tanto a nivel del INC como otras organizaciones del departamento, a través del Consejo Agropecuario departamental o de la propia Intendencia en la Oficina de Desarrollo, la colaboración para que se pueda trabajar en un proyecto productivo que lleve a cuantificar cual sería la cantidad concreta de tierra” y como  es “política del INC apoyar emprendimientos asociativos, creemos que existen posibilidades de poder dar una respuesta. Lo que nos llevamos es trabajo, esencialmente y creo que hay oportunidades en la medida de cómo sigamos trabajando juntos” finalizó Ferreira.
Mientras tanto, una de las productoras, Mabel Pastorini, expresó que le pareció “positiva la reunión y que crea expectativas buenas y prometedoras” entendiendo que fue “una actitud amplia la que tuvieron para escucharnos” y estudiar  la forma de “resolver nuestras inquietudes”, entendiendo que ello  “es una rama de unión y fortalecimiento del grupo. “Queremos agradecer esta visita y la atención que nos prestaron, creo que se llevaron una buena impresión de nosotros y nosotros conformes con la actitud  de ellos”, finalizó Pastorini.