Nacionales | 26 Sep El Ministerio de Industria propuso a UTE una modificación del régimen tarifario para que los clientes que menos consumen paguen una tarifa más baja. El costo de esta iniciativa, de unos 26 millones de dólares, se trasladará a otros usuarios. Los grandes consumidores de energía criticaron la propuesta, afirmando que la iniciativa viola la Ley de Marco Regulatorio y atenta contra la industria.
El ministro de Industria, Energía y Minería, Raúl Sendic, informó que la intención es que “paguen más quienes tienen más”. Para ello, el ministerio trabaja con UTE en una modificación del régimen tarifario de la empresa, para aumentar de 100 a 200 kw la franja más baja de consumo. Esto supondría un costo de 26 millones de dólares, que UTE trasladaría a medianos y grandes consumidores.
Sendic sostuvo que los clientes que consumen más de 1.000 kw por mes obligan a la empresa a abastecerse de energía más cara, que debe comprar a Brasil o producirla a través de derivados del petróleo. Considera injusto que el precio de la energía se traslade a todos los usuarios por igual. La intención del gobierno es que esta nueva tributación sea instrumentada en diciembre, cuando se produzca la proyectada ampliación de la franja más baja.
Por su parte, la Asociación de Grandes Consumidores de Energía criticó el planteo de Sendic. Según informó radio “El Espectador”, el secretario ejecutivo de la asociación, José Luis Pou, afirmó que la iniciativa es ilegal porque viola la ley. “La Ley de Marco Regulatorio es muy clara porque establece que las tarifas deben responder a los costos; esa es una primera observación. Por lo tanto, (...) el Frente Amplio tiene mayoría y puede cambiar la ley, pero para poder implementar la propuesta esa, tiene que cambiar la ley”, dijo.
Sostuvo que si el gobierno pretende favorecer a los más desposeídos, debe cuidar el empleo y no afectarlo a través de esta disposición, que aumentará necesariamente los costos de la industria. Agregó que si se busca la equidad y transformar a Uruguay en un país “serio”, se debe implementar una iniciativa que los grandes consumidores propusieron hace tiempo: que los asentamientos irregulares, que no pagan luz, no tengan energía ilimitada como hasta ahora, sino que la misma sea con límite de tiempo y valor.
“Una persona de clase media y clase media baja consume tres o cuatro veces menos que una familia de un asentamiento. Por una diferencia fundamental: la del asentamiento no paga energía eléctrica y no tiene límite en el consumo, la otra sí. Entonces, si uno quiere racionalizar y bajar los costos de UTE, puede ser factible que usted le brinde gratis a un asentamiento una determinada cantidad de energía, pero limitándola, no (como) la situación actual”, afirmó Pou, quien le recomendó a Sendic que se informe antes de dar ideas.