Deportes | 03 Oct Rio de Janeiro, la ciudad maravillosa, fue elegida ayer en Dinamarca como la sede de los Juegos Olímpicos 2016, quepor primera vez en su historia se llevarán a cabo en América del Sur, tras ganar e la votación de los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) a Madrid.
La votación se llevó a cabo en Copenhague, donde el presidente del COI, Jacques Rogge dio a conocer la buena nueva para los brasileños, que festejaban ruidosamente en Rio tras haber dejado en primera instancia por el camino a Chicago (pese a la presencia del presidente de Estados Unidos, Barack Obama) y a Tokio, y finalmente a Madrid. Rio contó con una campaña intensa --para lograr no solo la candidatura sino además la designación final-- por parte del propio presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y del ex futbolista Pelé, quienes reclamaron que los Juegos tenían que ser universales y por lo tanto debían llegar a Sudamérica, lo que parece caló hondo entre el COI.
Rio basó su candidatura en el apoyo popular, en la experiencia exitosa de los Panamericanos de 2007 y en lo que será el Mundial de fútbol 2014, tras haber fracasado en ser designada sede de los Juegos 2004 y 2012.
Ahora, Brasil deberá abocarse a intentar solucionar grandes problemas que tiene de cara a la organización de los Juegos, como por ejemplo el de la violencia y el del transporte, además de la inversión que deberá realizar en infraestructura, más allá de que le acorten el camino las obras realizadas para los Panamericanos y las que se afrontan para el futuro Mundial. Pero todos confían en que Brasil sacará a relucir todo el esplendor de Rio de Janeiro. “Vamos a probar que el alma generosa de los brasileños va a hacer la más extraordinaria olimpíada que este mundo haya visto”, dijo Lula minutos después de que fuera confirmada la sede por 66 votos a favor y 32 en contra.
“Es para celebrar: Brasil dejó de ser de segunda clase. Quienes piensan que Brasil no tiene condiciones se van a sorprender”, agregó.