EXISTEN MÁS DE 40 EN PAYSANDÚ

Locales | 01 Oct Una solicitud del Poder Judical para saber sobre la legalidad de una casa de salud para ancianos, puso nuevamente en el tapete la irregularidad que hay en cuanto a la existencia de más de 30 lugares que reciben personas de la tercera edad como un pensionado, pero sin cumplir con los requisistos que demanda el Ministerio de Salud Pública para este servicio.
La directora departamental de Salud, Magdalena Espillar, explicó que la justicia pidió información al MSP. En su carácter de policía sanitaria, se le solicitó un informe sobre una determinada casa que albergaba ancianos. “Era una casa desconocida, donde había una situación bastante difícil donde teníamos que intervenir”.
INFORME E INTERVENCIÓN
La autoridad departamental entrevistó a los titulares de esa casa, hizo el informe correspondiente “e inmediatamente lo enviamos al Poder Judicial, que lo había solicitado. Simultáneamente, lo enviamos a la responsable del área del adulto mayor, la doctora Gómez. El informe se consideró y se intervino a partir de ese informe”. Sobre cuál fue el resultado de la intervención de la Dirección de Salud, dijo que en este caso en concreto, “una de las cosas que se ve más marcadamente es la ausencia familiar”. Ante esto, se movilizó la red “para poder reubicar a estas personas” aunque todavía siguen allí porque “no están en calidad de pacientes”, sino de pensionistas.
Dijo que se trata de “una casa de familia donde hay otras personas, están depositados allí por sus familiares, no son visitados, algunos tienen una pensión (del BPS) y otros hacen un aporte económico, aunque otros no tienen nada”.
NO ES CASA DE SALUD
La licenciada Espillar aclaró que “no podemos hablar de una casa de salud, porque no lo es, no cumple ninguno de los requisitos para serlo”. Entre las características que presenta “hay animales no domesticables junto con la gente”.
Sobre qué va a pasar con este caso, dijo que “con ese tipo de casas se actúa enseguida, el Ministerio inmediatamente envía su orden de cierre. Pero no se puede cerrar algo que no está abierto, primero tiene que intervenir la justicia”. Para eso, se analiza la situación donde “no se cumplían pautas primarias de atención, ni siquiera había un registro de las personas, una lista con nombre, apellido y cédula de identidad”.
En esta situación “había siete personas en una casa de familia” que en realidad no se sabe en calidad de qué estaban, porque tampoco era una pensión formal.
SOLO 6 DE 40
Magdalena Espillar dijo que la Didesa tiene identificadas “aproximadamente cuarenta” de estas casas que albergan personas de la tercera edad o que presentan otros problemas. “Lo hemos trabajado mucho con la asistente social del hospital y con el área de asistencia móvil, que son quienes nos aportan muchas veces las direcciones”. Sin embargo, se encuentran con que “muchas veces vamos y no hay nadie, o nos dicen que se equivocaron. Entonces para hacer una intervención tenemos que ir con la fuerza pública”.
El número de cuarenta es altamente especulativo, ya que Espillar reconoció que “necesitamos las direcciones. Si no las tenemos, no podemos hacer nada. A veces nos dicen que hay lugares que tienen tantos pacientes, o viejitos, o personas con alteraciones mentales. Pero cuando vamos no hay nadie, o nos dicen que ahí vive una familia”.
Sin embargo, se sabe que “hay 29 que son conocidas y están en seguimiento para su habilitación. Esto es que están trabajando duro, haciendo un menú, tratando de nombrar un director técnico e instalando elementos para facilitar el movimiento de las personas. Son casas que están buscando habilitarse”.
Más allá de eso, en Paysandú hay solamente seis casas de salud habilitadas cuyo registro está en la dirección departamental de salud, quien desee saber cuáles son y dónde están pueden ir a consultar.