Locales | 05 Oct La ONG “Un Techo Para mi País” construyó siete viviendas en la zona de Park Way e Independencia, tarea que comenzó el sábado de mañana cuando unos 70 voluntarios y siete familias comenzaron a hacer realidad el sueño de tener una vivienda más digna.
En cada casa trabajó un promedio de diez voluntarios durante dos días para lograr entregar las viviendas en la tarde de ayer. A su labor se sumó la de cada familia, cavando los pozos en los que se colocan los pilotes y en el armado general de la vivienda.
funcionamiento
La ONG recibe de cada familia beneficiaria el 20% del costo total de la casa con el propósito de que tengan un sentido de pertenencia para con la vivienda.
“Nosotros previamente hacemos un seguimiento, luego hacemos un análisis profundo y finalmente decidimos a qué familia priorizar. Lo comunicamos e inmediatamente las familias que fueron seleccionadas ya pueden empezar a pagar los costos que tienen los materiales y aclaramos que hay facilidad de pago. Incluso si llegado el momento hay casos en los que todavía no se terminó de reunir todo el dinero, tienen más plazo. En todos los casos han terminado de pagar lo que les corresponde, muchas veces reúnen moneda por moneda pero al final de la construcción sienten que la casa es suya” dijo Eugenia Cano, una joven voluntaria que ya ha participado en la construcción de viviendas de emergencia. Añadió que se da prioridad a las familias en las que algún integrante tiene algún tipo de discapacidad o de enfermedad, sobre todo si se trata de niños.
Tres etapas
El proyecto consta de tres etapas; la primera consiste en armar viviendas de emergencia, etapa en la que se encuentra Paysandú desde 2006, siendo esta la sexta vez que edifican en el departamento.
La segunda etapa apunta a una “habilitación social” que busca el desarrollo comunitario del barrio, la creación de planes para menguar las necesidades que sufren en conjunto, el trabajo en huertas, además de mejorar la salud y la educación, propender al aprendizaje de oficios e intentar que los beneficiarios luchen para mejorar sus condiciones de vida.
La tercera etapa es alcanzar la vivienda definitiva, fase que comprende la regularización del asentamiento. Para ello la Organización acompaña todo el proceso pero no son los voluntarios los encargados de la edificación sino que esa tarea se deja en manos de gente capacitada en la construcción. El objetivo para el próximo año es instrumentar la segunda etapa del programa en Paysandú.
“Tres de estas siete casas se financiaron con la donación que los sanduceros hicieron este año en la jornada de recaudación anual ‘Construí con $20’”, expresó Adriana Fontán, que ha participado en esta movida desde la primera construcción, hace tres años. También en esta oportunidad se contó con la colaboración de Andi, un joven paraguayo que tiene experiencia en construcciones en su país: “vine a convertir la experiencia de ‘Un Techo’ en otro lugar para mostrar que la organización no está en un solo lugar, porque esta organización existe en 13 países y todos luchamos por lo mismo. Es algo hermoso, único, ver cómo las familias te reciben sin saber quién eres, realmente por el simple hecho de que venís a darle una mano”, manifestó.
Finalizada una de las construcciones otro de los voluntarios expresó sentir un gran orgullo al saber que esa familia para la cual particularmente trabajó mejorará sus condiciones de vida y tenga el apoyo suyo y de sus compañeros para salir adelante. “Me alegra el excelente trabajo en equipo que hemos alcanzado porque nos llevamos muy bien, la experiencia está buenísima, es recomendable”, añadió Sebastián Contreras.