Ec. Javier de Haedo

Locales | 11 Oct Pese al crecimiento que se registró en los últimos años, al amparo de la bonanza internacional, todavía no se ha llegado al poder adquisitivo que tenían los salarios en 1998 y tampoco el que tenían durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle, destacó a EL TELEGRAFO el Ec. Javier de Haedo, candidato al Senado por Alianza Nacional.
Junto al diputado sanducero Bertil Bentos, el dirigente nacionalista sostuvo que la campaña electoral es “de bajo nivel en materia de propuesta”, en tanto consideró que su perfil ha variado desde las propuestas que se hicieron en las elecciones internas. La situación actual “ ha bajado de nivel, pero no por el Partido Nacional, porque Lacalle es un hombre de ideas, de propuestas, de acción”.
Evaluó que evidentemente la crisis en Uruguay, como en los países emergentes, no llegó a la gravedad de la que se ha dado en las naciones industrializadas, y destacó que “estamos viendo los problemas en Estados Unidos y en Europa, luego que se pinchó la burbuja”, pero destacó que en las naciones emergentes prácticamente no hay crisis.
De acuerdo a los datos a octubre, “las economías avanzadas caen este año 3,4 por ciento del PBI, que es una tasa de locura y que no se ve desde la Segunda Guerra Mundial”, pero las economías emergentes crecerán en promedio este año un 1,5 por ciento, o sea que no tienen recesión ni crisis”.
En el caso de Uruguay, precisó que el gobierno estima un crecimiento este año del 1,2 por ciento, “y estimo un poco debajo de eso, pero en todo caso estamos con una tasa de crecimiento en el promedio de las economías emergentes, que no es una cosa que haya que festejar como mérito propio en todo caso”.
Un factor favorable ha sido que se ha logrado mantener un buen nivel de precios de los productos de exportación de Uruguay y otros países emergentes, luego de haber bajado y estabilizarse a partir de marzo, “pero igualmente, si bien son bajos respecto al máximo de julio de 2008, siguen siendo muy buenos en una comparación histórica”, dijo refiriéndose a rubros como soja, leche, trigo y carne.
Crecimiento relativo
Igualmente de Haedo relativizó las tasas de crecimiento para Uruguay y Argentina, desde que se parte de valores muy bajos, de las crisis de 2001 y 2002, y señaló que estos dos países en los últimos años han crecido más que Brasil, pero destacó que éste no tuvo la crisis que se dio en los países del Río de la Plata y que no hubo “efecto rebote”, tratándose más bien de una capacidad instalada ociosa que se ha vuelto a usar.
Hizo hincapié en que pese a que se ha crecido sostenidamente desde 2003, --la excepción ha sido este año-- todavía no se ha logrado el poder adquisitivo que se tenía en 1998, y tampoco al que se tenía durante el gobierno del ex presidente Luis Alberto Lacalle.
“Los índices de salario real no han llegado todavía a 1998 y tampoco a los niveles de pobreza, por cuanto ese año la pobreza era del 15 por ciento de la población, y ahora estamos en más del 20”, enfatizó, a la vez de recordar que durante el gobierno de Lacalle las jubilaciones subieron un 40 por ciento en términos reales.
Coalición entre el Frente Amplio y el Pit Cnt
Atribuyó además De Haedo a sectores interesados que se aluda a la de 1990 como la “década nefasta”, y señaló que estas expresiones corresponden a dirigentes sindicales, porque “el Pit Cnt forma una coalición con el Frente Amplio en esta campaña electoral, y por lo tanto el Partido Nacional está enfrentando una coalición político sindical y además ya quedó en evidencia que la mayoría de los dirigentes del Pit Cnt de primer nivel van a ser candidatos en las listas del Frente Amplio. Entonces, denostar la década de 1990 es un disparate, y tenemos que durante el gobierno de Lacalle las jubilaciones y pensiones subieron un 40 por ciento en términos reales, al punto que nunca antes ni después en un gobierno subieron tanto las pasividades”.
“También se hizo la Ley de Puertos, a la que el Frente Amplio se opuso y ahora la aprovecha y enhorabuena que cambiaron, como también lo hicieron por el Aeropuerto de Carrasco contra el que votaron en contra, porque es un bien para el país, y de la misma forma con la ley de reforma de la seguridad social de 1996”.
“El fin de la inflación crónica de Uruguay, en que se bajó la inflación a un dígito, contra el 90 por ciento anual, se inició en el gobierno de Lacalle, como así también el crecimiento de la producción y el empleo”, subrayó.