Los detenidos habÍan quedado en libertad

Policiales | 06 Oct El reciente caso de abigeato perpetrado en un campo de la zona de Parada Daymán, ocasión en que cuatro salteños poseedores de antecedentes penales fueron detenidos por la Brigada Especial de Prevención y Represión de Abigeato (Bepra) de Salto, con 500 kilos de carne vacuna en su poder y luego liberados por la jueza de Segundo Turno, Blanca Rieiro, tuvo en los últimos días derivaciones inesperadas.
Tal como informara oportunamente EL TELEGRAFO, los individuos habían sido detenidos el pasado 25 de setiembre, cuando se dirigían rumbo a Salto a bordo de un vehículo en el kilómetro 477 de Ruta 3, entre la ex planta de Inlacsa y La Gaviota. Una vez inspeccionado el automóvil por la Policía salteña, se habían encontrado siete bolsas de plastillera conteniendo carne vacuna --pertenecientes a ocho vacas Holando-- y además les habían retenido cuchillos, chairas, cuerdas y sierras.
Durante el despliegue del mencionado operativo se observó que un segundo vehículo con al menos un ocupante huía por la ruta, presumiéndose que actuaría en apoyo a los cuatro detenidos. Estos fueron trasladados a la Dirección de Investigaciones de Paysandú y tras declarar ante la Justicia recuperaron la libertad.
Nueva información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO indicó que pese a haber liberado a los sospechosos, la jueza de Segundo Turno solicitó al jefe de policía de Salto, inspector mayor (R) Walder Ferreira, la apertura de una investigación administrativa en la Jefatura que tiene a su cargo y la citación de los 16 efectivos que intervinieron en el operativo. Los policías deberán comparecer junto a los cuatro acusados y al damnificado, el productor Carlos Mori.
Al parecer, el hecho de que el numeroso grupo de efectivos intervinientes en el operativo en la ruta no lograran detener a una quinta persona --el conductor del auto que huyó-- y no pudieran siquiera tomar nota de la marca del vehículo, color, ni otra característica, abre sospechas sobre la actuación policial.
Además, se duda sobre el origen de las lesiones que presentaron los sospechosos al ser detenidos, ya que de acuerdo a lo constatado por el forense, uno de los detenidos presentó fractura de tobillo y otro graves golpes en la cabeza, en tanto existe misterio en torno a que ninguno de los cuatro detenidos presentaba rastros de sangre en la ropa al momento de la detención, las que generalmente se hallan cuando se trata de carneadas.