Nacionales | 10 Oct A medida que se acercan las elecciones del 25 de octubre, los candidatos presidenciales con mayores posibilidades, José Mujica y el ex presidente Luis Lacalle, parecen no querer asumir riesgos en un contexto de aumento de los indecisos. Tanto Mujica como Lacalle parecen no querer exponerse demasiado en la campaña, que se había recalentado con descalificaciones personales más que con la confrontación de ideas y programas, y han cancelado entrevistas que tenían pactadas con diversos medios de comunicación, quizás para achicar sus márgenes de error. “De candidatos talentosos (como Mujica y Lacalle) uno esperaría que aprovecharan todos los espacios para rematar su carrera hacia la elección”, consideró el analista independiente Jaime Yaffé. “Pero saben de los errores que han cometido”, agregó.
La última encuesta de la empresa Factum sobre intención de voto, realizada el 3 y 4 de octubre, revela que Mujica recibe 44% de las adhesiones, el mismo nivel que en setiembre, pero sin recuperar el 46% que registraba en agosto. Lacalle cosecha 29%, tres puntos porcentuales menos que en setiembre. Pedro Bordaberry, candidato colorado, recibe 11% de las intenciones de voto (igual que en setiembre), el Partido Independiente 3% (un punto porcentual más), Asamblea Popular 1%, mientras los que dicen que votarán en blanco suman 2%. El Partido Nacional bajó en las encuestas porque “hay disconformidad de la gente con los dichos más infelices de Lacalle”, estimó Yaffé. Pero “hay insatisfacción con la oferta electoral. Los indecisos crecen, y ese crecimiento está en personas que tenían una posición tomada y abandonan esa opción, aunque no se pasan al otro lado”, añadió. “El nivel de indecisos es alto para la cercanía de la elección” pues lo más normal es que “a medida que se acercan las elecciones, bajen los indecisos”, indicó el politólogo. Para Oscar Botinelli, director de Factum, es “histórico” que a menos de un mes de las elecciones aumenten los indecisos, y advirtió que las encuestas son “un llamado de atención” tanto para el Frente Amplio como para el Partido Nacional, que “no mantienen el nivel de adhesión” que ostentaban antes de los comicios primarios de junio.
Ambos candidatos emitieron polémicas declaraciones y sus campañas se encargaron de machacar en la propaganda televisiva para descalificar a su oponente. Después de cada uno de los escándalos, Lacalle reconoció que esas “son palabras que no debieron salir de mis labios”, mientras que Mujica dijo: “debo aprender a callarme la boca”.