Deportes | 15 Oct URUGUAY 0 ARGENTINA 1
Escenario: Estadio Centenario. Público: 65.000 personas. Arbitros: Carlos Amarilla, Nicolás Yegros y Emigdio Ruiz (paraguayos).
Uruguay: Fernando Muslera, Andrés Scotti, Diego Lugano, Martín Cáceres, Maximiliano Pereira, Diego Pérez, Walter Gargano (70’ Cristian Rodríguez), Jorge Rodríguez (58’ Edinson Cavani), Alvaro Pereira, Luis Suárez (77’ Sebastián Abreu) y Diego Forlán. DT: Oscar Tabárez.
Argentina: Sergio Romero, Nicolás Otamendi, Rolando Schiavi, Martín Demichelis, Gabriel Heinze, Jonas Gutiérrez, Juan Sebastián Verón, Javier Mascherano, Angel Di María (75’ Fabián Monzón), Lionel Messi (86’ Carlos Tevez) y Gonzalo Higuaín (79’ Mario Bolatti). DT: Diego Maradona.
Gol: 84’ Mario Bolatti. Expulsados: 83’ Martín Cáceres; Cristian Rodríguez (finalizado el partido). Amonestados: Maxi Pereira, Diego Pérez, Andrés Scotti (U); Gabriel Heinze, Nicolás Otamendi, Sergio Romero (A).
 Habrá que darse una vueltita por Centroamérica. Uruguay dejó pasar una oportunidad única, histórica, de clasificar en forma directa a un Mundial, lo que hubiera sido la primera vez desde que se implementó este maratónico sistema de disputa.
Los celestes, que necesitaban de una victoria para sellar el pasaporte en un Estadio Centenario repleto, terminaron perdiendo ante Argentina por 1 a 0 y clasificando para disputar el Repechaje ante el cuarto de la Concacaf, Costa Rica, gracias a la victoria de Chile como local ante Ecuador.
Uruguay, que dependía de sí mismo, no pudo hacerse fuerte en el clásico y terminó aprovechando el traspié ecuatoriano para mantener el sueño mundialista, ahora sin margen de error ya que no tendrá premio consuelo: deberá jugar de visita el 14 de noviembre (con varias bajas), para definir el 18 y como local el pasaje a Sudáfrica.
El resultado final del clásico del Río de la Plata, pero también el trámite, dejó en claro que para el equipo de Oscar Tabárez la parada no sería fácil más allá de la lógica expectativa que significó haber ganado dos partidos consecutivos y llegar con posibilidades únicas de clasificar en forma directa.
Anoche Uruguay fue algo más que una Argentina conservadora, que llegó con el objetivo de dejar hacer el desgaste a su rival y que terminó aprovechando una de las poquísimas ocasiones de peligro que generó para definir el partido.
Es que al equipo de Maradona, a diferencia del de Tabárez, le servían dos resultados. Porque el empate también lo depositaba en Sudáfrica. Por eso, Argentina llegó dispuesta a aguantar y aprovechar las ocasiones que se presentaran.
Es verdad que le costó en los primeros 20 minutos, dado que Uruguay salió decidido a copar la mitad de la cancha y generó algunas ocasiones de peligro. Pero luego sería Argentina la que dominaría la pelota, la que haría rodar el balón intentando esconderlo de los celestes.
También es cierto que pese a tener el control de la pelota en la segunda mitad del primer tiempo, Argentina solo pudo mandar la pelota al área local mediante tres tiros libres que no significaron peligro latente.
Uruguay se mostró bien parado, y tuvo como baluartes a Diego Pérez y Maxi Pereira, más allá de que los dos jugaron gran parte del partido con tarjeta amarilla, y a Cáceres sobre la izquierda de esa línea de tres que planificó Tabárez.
Pero se hacía cuesta arriba. Porque a Uruguay le costaba encontrar las ideas claras a la hora de tener la pelota tras recuperarla. No se mostró seguro a la hora de pasar el balón, tampoco a la hora de dar ese pase final; mientras, los minutos corrían, Argentina hacía su negocio y Uruguay tenía que conformarse con el Repechaje.
Pero llegó el gol que cambió el partido. No fue en el Centenario sino en Chile, donde el local se ponía en ventaja frente a Ecuador. Y ya nadie correría riesgo de quedarse afuera sin tener una segunda posibilidad, porque Argentina clasificaba cuarta, y Uruguay se aseguraba el Repechaje.
Por eso, era el momento de apostar a algo más ya que solo la victoria le permitiría a Uruguay clasificar en forma directa. Mientras Tabárez comenzó a hacer variantes pensando en el arco de enfrente, Maradona intentaba sellar definitivamente el empate y mandó dos cambios como para cerrar el partido.
Los celestes llegaron en un par de ocasiones, y la pelota buscó la espalda de Lugano en vez de su cabeza, para que se salvara el arco albiceleste.
El empate parecía firmado. Porque Argentina no quería complicarse y a Uruguay no le alcanzaba el esfuerzo. Pero un error de Cáceres terminaría con la expulsión del defensor y el gol de Bolatti, el volante central de Huracán que entró para defender y terminó encontrándose con la pelota para mandarla al fondo del arco celeste.
Y se liquidó todo. No alcanzó con que Scotti se volcara como delantero, o que el “Cebolla” Rodríguez (se iría expulsado tras finalizar el partido) corriera y pechara sin claridad. Argentina, la que no funciona pese a las figuras (Messi sigue siendo un fantasma), se aferró a su plan de batalla y le dio resultado. Uruguay intentó sorprender pero sin tener las armas necesarias como para hacer soñar a todo un pueblo. Le alcanzó, Ecuador mediante, para tener una última oportunidad. Y si bien es negativo que se haya dejado pasar la posibilidad de clasificar en forma directa, si nos remontamos a hace tres fechas estábamos desahuciados. Por eso, el Repechaje parece ser lo más lógico para un equipo que estuvo a un paso de hacer historia, pero que no pudo darlo.