Opinion | 09 Oct En los últimos días asistimos al anuncio de que una planta de silos con capacidad para cien mil toneladas de granos será construida en la zona de Cangüé con un costo de entre cinco y seis millones de dólares. Si bien la noticia puede resultar sorprendente para el sanducero común, más acostumbrado a escuchar tristezas de un Paysandú floreciente que hoy palidece, no es casualidad que un inversor decida instalar una planta de estas características precisamente aquí. Ciertamente, tampoco es la primera planta en instalarse, por cuanto hace apenas un par de años otra empresa construyó un depósito similar en Avenida de las Américas y Ruta 3. Esto se debe a que Paysandú está ubicado en un punto estratégico, por cuanto tiene costas al río Uruguay con un puerto que permite el transporte de cargas de gran volumen, comunicación directa por tierra con el norte y sur del país a través de la ruta 3 y hacia el este por ruta 26 hasta la frontera con Brasil, a la vez de contar con el puente internacional General Artigas que conecta con Argentina y hasta el Pacífico por la ruta del Paralelo 33.
Las empresas que manejan grandes volúmenes de cargas para exportación no desconocen estas potencialidades y es posible que en un futuro no muy lejano comencemos a ver florecer otros emprendimientos. Estas inversiones son muy significativas para nuestro departamento, porque aseguran fuentes de trabajo mientras se construyen las instalaciones y otras tantas cuando ya están operando, a la vez que generan una mayor producción en la zona de influencia. Pero para que la senda de crecimiento no se interrumpa, es imprescindible continuar desarrollando las vías de comunicación, con inversiones que redunden en mayores beneficios para quienes decidan venir a instalarse. Y en este aspecto más allá de lo que se ha hecho para reactivar el puerto, poco se ha avanzado. A modo de ejemplo, si bien hace tres años que el puente General Artigas se transformó en la principal conexión de nuestro país con Argentina, Paraguay y Chile, todavía no hemos solucionado el problema de la falta de un espacio adecuado para los camiones en tránsito. Asimismo la ruta 26 no está en condiciones de absorber el transporte internacional del corredor bioceánico, pero nada se ha hecho para adecuarla. Tampoco se ha pensado en construir el tramo de vía férrea faltante entre Paysandú y Tres Bocas para la conexión con Fray Bentos y Nueva Palmira, y que ahorraría kilómetros hasta Montevideo. Así y todo, las inversiones están llegando. Pero no debemos dormirnos en los laureles con los ojos puestos en el Paysandú del futuro.