Deportes | 12 Oct Las cuentas son claras. Quizá tan claras, que hasta uno se puede dar el lujo (después de tanto tiempo) de dejar de lado la calculadora para volver a ejercitar la cabeza sin demasiado esfuerzo.
Esta vez 2+2=4, y no hay vueltas. Traduciéndolo al lenguaje de Uruguay en las eliminatorias, si los celestes le ganan a Argentina el miércoles estarán clasificando en forma directa al Mundial de Sudáfrica 2010, y si empatan podrán hacerse del quinto lugar de la tabla y por ende acceder al Repechaje, siempre y cuando Ecuador no le gane a Chile de visita.
Y perdiendo, está latente la posibilidad de estar definiendo un lugar con el tercero de la Concacaf, nuevamente dependiendo de que no gane Ecuador, dado que los celestes tienen mejor diferencia de goles.
Después de estar prácticamente muerto, Uruguay recobró la vitalidad. Parece haber demostrado que andaba de parranda, como dice la canción. E increíblemente lo demostró en la altura de Quito, donde históricamente se presenta como carne de cañón.
Un planteo ordenado, con jugadores que interpretaron casi a la perfección la lección ideada por el entrenador Oscar Tabárez, le permitió a Uruguay sumar un triunfo importante que lo deja a tres puntos del Mundial.
Es cierto, queda un partido complicado, un clásico ante una Argentina necesitada que no estará dispuesta a dar mano alguna como sucedió en algún momento. Pero en definitiva, Uruguay depende de sí mismo.
Porque pegó en el momento justo, cambió gol por gol en una incidencia que terminó siendo fundamental. Después fue cuestión de ir haciéndose más fuerte en la mitad de la cancha, de no darle espacios al nerviosismo ecuatoriano, de cerrarle los caminos y de llenarse los pulmones para sacar fuerzas e incomodar en el área rival, sorprendiendo a propios y extraños.
Así se llegó a aquella incidencia en la que se definió el partido con el penal ejecutado por Forlán.
El alma volvió al cuerpo. Uruguay se acomodó quinto en la tabla y sabe que ganándole a Argentina, a este equipo albiceleste complicado que es un manojo de nervios, saca pasaporte directo a Sudáfrica.
No será fácil. Pero el envión que tienen encima los celestes, puede terminar siendo vital.
Uruguay volvió y entrenó
La selección uruguaya de fútbol llegó sobre el mediodía del domingo a Montevideo e inmediatamente se trasladó al complejo deportivo de la AUF, donde el técnico Oscar Tabárez ordenó el primer trabajo pensando en el partido del miércoles a las 20 ante Argentina, más allá de haber significado un movimiento regenerativo para descargar tensiones tras el pleito ante los ecuatorianos .
Uruguay trabajará a puertas cerradas pensando en los argentinos, con la buena nueva de que no contará con bajas para dicho partido, teniendo en cuenta que ninguno de los muchos futbolistas que estaban en capilla recibió una segunda tarjeta amarilla.
Es así que Tabárez podrá contar además con Bruno Silva, quien cumplió con su partido de suspensión. Además, todo hace indicar que Diego Pérez, que se retiró lesionado en el segundo tiempo ante los ecuatorianos, podrá estar a la orden sin inconvenientes más allá de haber sufrido una contractura en el posterior. El que no estará, más allá de haberse integrado en la víspera, es Cristian Rodríguez, que se está recuperando de una lesión.