Policiales | 18 Oct Efectivos de la Seccional Quinta de Policía esclarecieron en las últimas horas el hurto de dos bombas de agua desde la zona norte de la ciudad. Dos individuos fueron detenidos en el marco de esta investigación y por el momento la Justicia dispuso el procesamiento de uno de ellos.
Según información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO, hace aproximadamente dos meses un hombre de 43 años se presentó ante la referida seccional para denunciar el hurto de una bomba de agua desde una chacra ubicada en la zona de la Autobalsa, sobre las costas del arroyo San Francisco. El denunciante dio una detallada descripción del artefacto, valuándolo en 180 dólares. Aproximadamente un mes más tarde, otro hombre domiciliado en la misma zona denunció el hurto de otra bomba de agua, aunque de mayor tamaño. Posteriormente, tras obtener información confidencial, los investigadores allanaron el domicilio de Leonel Raúl González Álvarez, de 51 años, desde donde recuperaron una bomba de agua de color azul, similar a la hurtada al denunciante de 43 años. Indagado respecto a su procedencia, el dueño de casa dijo que un conocido de 46 años se presentó en su comercio con intenciones de comprar comestibles. Como no tenía dinero, le ofreció como forma de pago una bomba de agua, la cual –le dijo- había conseguido en la vecina ciudad de Colón, donde se desempeña como albañil. Asimismo, el indagado dijo que por esos días también se presentaron tres adolescentes con intenciones de venderle otra bomba de agua, pero declinó el ofrecimiento por temor a que fuese hurtada.
El padre de uno de los menores accedió a preguntarle a su hijo sobre la procedencia de la bomba, y éste le dijo que uno de sus amigos la había robado desde la zona de la Autobalsa, pero negó estar involucrado.
En las últimas horas el albañil de 46 años también fue detenido, en tanto se recuperó la otra bomba, por lo que continúan las actuaciones. Mientras tanto, la Justicia dispuso el procesamiento sin prisión de Leonel Raúl González Álvarez, poseedor de antecedentes penales por un delito de receptación, imponiéndole como medida sustitutiva a la prisión la obligación de presentarse en la seccional policial de su domicilio los martes de 14 a 16, por espacio de dos meses.