Arándanos

Locales | 16 Oct El mercado del arándano presenta a esta altura una serie de interrogantes para los productores del sector en nuestro país, aunque se espera que mejoren los precios respecto a los que se obtuvieron el año pasado, cuando la crisis internacional afectó también este rubro, según manifestaron productores locales consultados por EL TELEGRAFO.
A la vez, evalúan las consecuencias negativas para los exportadores que significa el tipo de cambio, es decir la depreciación del dólar, que rinde cada vez menos cuando se traduce a pesos y por lo tanto erosiona el margen de rentabilidad de las empresas.
Hubo consenso entre los consultados respecto a que si bien evidentemente se conjugan factores externos, como el precio del dólar y los valores internacionales de los productos, existe una evolución de costos internos que tiende a degradar la ecuación económica de los productores de arándanos, como también ocurre en otras áreas de actividad.
Uno de los consultados, Jumil Crouzet, de la empresa Forbel-Univeg, señaló a EL TELEGRAFO que el escenario internacional se presenta con algunas incertidumbres para los arándanos, que atribuyó por un lado a que se ha ampliado la producción de esta baya para ingresar en contraestación al Hemisferio Norte en países como Uruguay, Argentina y Chile, y que todavía la demanda internacional no ha recuperado plenamente los niveles normales.
En el caso de Forbel, la recolección de arándanos se iniciaría la próxima semana, desde que los fríos retrasaron la maduración del fruto, pero indicó Crouzet que se presentan incógnitas tanto en lo que tiene relación con los mercados como con la cantidad a cosechar.
Uno de los aspectos que afectan a los productores es el alto costo laboral que tiene el sector, que ha subido significativamente en dólares, al igual que otros costos internos, como la energía, lo que unido a la depreciación del tipo de cambio significa menores utilidades para los empresarios.
Los destinos se centran fundamentalmente en Estados Unidos y Europa, acotó Crouzet, e indicó que en el caso de su empresa se tienen en producción unas doce hectáreas, con plantas de varias edades, de un total de 24, en tanto el resto produce en menor medida, y se está aproximadamente en la mitad de la producción total que se espera cuando todas las plantas estén en plena capacidad de producir. Normalmente se lograría entre 12.000 a 15.000 kilos por hectárea con las plantas bien desarrolladas, evaluó, aunque señaló que la utilidad está supeditada sobre todo a una relación costo-beneficio que se ha ido deteriorando respecto a la fase inicial de los emprendimientos del sector en nuestro país, por cuanto los precios en los mercados internacionales no han subido, pese a estar en mejor nivel que durante la depreciación del año pasado debido a la crisis.
Actualmente la fruta en contraestación se paga más al inicio y sobre el final de la zafra, destacó, “pero tropezamos siempre con una impresionante suba de los costos internos en dólares, sobre todo en mano de obra pero asimismo en combustibles, y ni el euro compensa todo lo que ha subido”, puntualizó.