Nacionales | 20 Oct Unesco elogió el Plan Ceibal, según informó la ministra de Educación y Cultura, María Simon, quien participó en una conferencia del organismo internacional en París, sobre la preservación de la inversión en educación en momentos de crisis mundial.
Simon indicó que paradójicamente para Uruguay fue mucho más dura la experiencia de 2002 que esta última, pues tuvo más efecto sobre nuestra vida cotidiana. “Aprendimos a manejar los buenos períodos para que la crisis nos resulte mucho menos pesada, y ésta la estamos llevando mucho mejor, sobre todo con una inversión en Educación que no se cortó para nada; por el contrario creció mucho en el país”, dijo.
En este ámbito se realizó una consideración especial del Plan Ceibal. Uruguay ya lo había presentado en Unesco, causando una impresión muy fuerte. En la oportunidad, Uruguay anunció que concluyó la etapa de entrega de computadoras. Asimismo, informó que presentó un proyecto de profundización de la evaluación del plan que seguirá durante muchos años y de colaboración con Paraguay y Ruanda en la formación de docentes. “Nos parece una cuestión de responsabilidad del Uruguay que por ser pionero debe ofrecer su experiencia”, indicó Simon, quien acotó que ambos países se interesaron.
Unesco emitió una declaración por su director general donde reconoce la experiencia de Uruguay, se congratula y aplaude la voluntad de nuestro país de colaborar con otras naciones que tienen situaciones educativas difíciles. Simon anunció que se incluirá en los planes de trabajo de Unesco para el próximo bienio.
Por otra parte, Simon participó junto al presidente Tabaré Vázquez en la inauguración de las obras del nuevo estudio de Televisión Nacional de Uruguay (Canal 5), recorriendo estudios y las distintas áreas del inmueble. En la ceremonia, la ministra destacó que el 70% de la programación de la televisora es de producción nacional. Añadió que la televisión es un medio cultural, sector que forma parte de un eje democratizador integrado también por la salud y la educación.
Indicó que por ser cultural la programación no debe dejar de ser divertida, sino todo lo contrario, como mecanismo contra los productos hegemónicos. Realizó un balance de las inversiones ejecutadas, que incluyeron estudios, oficinas, equipamiento, área de vestuario e informática, y destacó los convenios conjuntos con homólogas de países de la región.