Paysandú, Lunes 26 de Octubre de 2009
Locales | 19 Oct Debería buscarse una alternativa a la forma de aplicación del Impuesto a los Alquileres, para que resulte menos complejo para operadores inmobiliarios y los propietarios, señaló a EL TELEGRAFO el Dr. Alfredo Tortorella, director del Instituto de Capacitación Inmobiliaria del Uruguay, (ICIU) a la vez de señalar que este tributo ha obrado negativamente en el sector inmobiliario, “no solo porque el propietario inevitablemente traslada el aumento a los inquilinos, sino porque también el tributo es complejo”, y subrayó que “todo tributo complicado termina siendo engorroso de recaudar y hay que buscar otro tipo de mecanismo, teniendo en cuenta lo difícil que significa de determinar y operar“.
Precisó asimismo que existe improvisación en cuanto a las tasaciones inmobiliarias, y consideró que debe ser una tarea que recaiga exclusivamente en manos de profesionales del sector.
En cuanto al ICIU, que recientemente dictó cursos en Paysandú, manifestó el profesional que “es un órgano de la Cámara Inmobiliaria del Uruguay, del que soy fundador y actual director. Venimos bregando por acercar la capacitación inmobiliaria a los operadores, estén en el lugar que estén”.
“En la cámara tenemos casi seiscientos socios, de los cuales unos doscientos están en el Interior, con fuerte arraigo en el litoral, desde Salto a Colonia y también la zona del Este, además de departamentos como Rivera y Tacuarembó”, precisó.
“Estamos abordando un ciclo de seminarios itinerantes, por cuanto en lugar de esperar que los operadores del Interior vayan a Montevideo, los capacitadores venimos al Interior, hacemos jornadas de dos o tres días, con tres o cuatro docentes, cada uno especializado en un tema.
Damos pequeños seminarios con pantallazos, de cuatro o cinco horas, lo que sirve más que nada para motivar a los operadores locales, a incentivarlos para que sigan preparándose, capacitándose, porque la excelencia es el requisito número uno del cliente”, precisó.
Subrayó que “el cliente no solo compra por ‘las tres B’ (bueno, bonito, barato), sino que también se decide por la excelencia del servicio del operador inmobiliario, el asesoramiento veraz, su calidad profesional, su transparencia y su ética en el accionar”.
“Por lo tanto hay que capacitarse, hay que demostrar que podemos ser un guía eficaz en el camino de la comercialización de los inmuebles, ya sea para vendedores como para compradores, y ni que hablar para la administración de las propiedades, arrendamientos, incluyendo tasaciones”, acotó.
Hizo hincapié Tortorella en que “hay mucha improvisación en cuanto a la tasación, porque hay casi tres millones de uruguayos que creen que se puede hacer sin mayores problemas. La tasación es un aspecto difícil, y tiene que estar reservada para los genuinos profesionales en la materia, porque de lo que se trata es de hacer un diagnóstico clínico, de la misma forma en que lo hace un médico antes de recetar, que manda hacer una serie de exámenes antes de pronunciarse”.
“Lo mismo debe hacer un tasador que sea riguroso profesional, porque tiene que hacer un estudio, un relevamiento, y no puede funcionar más la tasación del ‘ojímetro” o del más o menos, sino que tiene que tecnificarse. Eso es vital para que el mercado deje de ser caótico y empiece a funcionar en forma ordenada y coherente, porque es una forma vital de darle un mejor servicio a los clientes, que son los destinatarios finales del esfuerzo”, precisó el profesional.
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