Locales | 26 Oct Con respeto, entusiasmo y fervor democrático, en la capital departamental y en las localidades del Interior los sanduceros vivieron intensamente la jornada electoral, colmando las mesas receptoras desde temprano en la mañana, donde todo se desarrolló con normalidad. Ya en horas de la tarde y luego de una jornada de febril actividad, los ciudadanos fueron reuniéndose fundamentalmente en plaza Artigas y en la zona del Balneario Municipal, mientras en los locales partidarios la tensión fue aumentando conforme pasaron las horas y comenzaron a conocerse los primeros resultados “a boca de urna”.
La esperada jornada cívica tuvo un huésped inesperado: el frío. Los votantes madrugadores, próximo a las 8 de la mañana debieron echar mano a buzos y camperas para acercarse hasta alguno de los 173 circuitos urbanos y 83 rurales instalados en nuestro departamento. En las mesas céntricas la recepción de sufragios comenzó en forma sostenida y se mantuvo pasado el mediodía, cuando el porcentaje de votos emitidos rondaba el 40 por ciento. Ya por esas horas el tránsito era intenso. Autos y camionetas embanderados en colores partidarios recorrían la ciudad en todas direcciones, mientras que un alto porcentaje de motociclistas –también identificados con sus divisas-- tomaron la jornada de votación como una buena oportunidad para transgredir normas de tránsito, ya que los cascos protectores brillaron por su ausencia.
Sin problemas
ni sobresaltos
Poco antes del mediodía, cuando la temperatura había aumentado considerablemente, la mesa instalada en la Liga Departamental de Fútbol recibía un constante flujo de votantes, en su mayoría de más de 40 años. De los casi 400 habilitados en ese recinto, a esa hora habían sufragado 132, mientras que según comentaron los responsables de la mesa todo se desarrollaba con tranquilidad y el único hecho fuera de contexto se limitó a la inesperada presencia de dos perros. Efectivamente, en ese momento, un perro negro, de mediano porte, atravesó la sala y tras recibir varias caricias se ubicó junto a la funcionaria de Prefectura que custodiaba la mesa. Observó durante un rato el movimiento de votantes y luego se retiró meneando el rabo.
Sobre las 12.30, mientras la presencia de Jorge Larrañaga convulsionaba los alrededores del Liceo Nº5, el local de Cajupay –sobre calle Libertad-- recibía un importante número de votantes. Las responsables de la mesa –pertenecientes a la Intendencia, el BPS y a Educación Primaria-- aseguraron que el movimiento se mantuvo desde las 8 y a esa hora ya habían votado 190 personas.
En una de las cuatro mesas receptoras instaladas en la Escuela Nº 4 la cola de sufragantes se extendía más allá del recinto. Los encargados de mesa informaron que de los casi 4.000 habilitados, en su mayoría adultos mayores, ya habían cumplido con su deber cívico unos 150. Algunos quinieleros también pidieron el número de votante para jugársela a “las tres cifras”.
Mientras tanto, en la zona Este de la ciudad, en una de las tres mesas habilitadas en el Liceo Nº4, próximo a las 13 había 175 personas, mientras que las tres funcionarias de la mesa aseguraban que habían trabajado desde temprano “sin parar un segundo”. En ese momento una votante se presentó luciendo un pin partidario y la presidenta de mesa le solicitó que se lo quitase.
En la vereda, sobre Bulevar Artigas, se respiraba una atmósfera impregnada de aroma a carne asada que por esas horas emanaban de cientos de churrasqueras. El movimiento de vehículos embanderados seguía en aumento.
Al otro lado de la ciudad, en el salón del barrio “Los Paraísos”, 174 personas habían emitido su voto.
Las integrantes de la mesa aseguraron que el movimiento era permanente, aunque sin mayores sobresaltos. Las calles del barrio estaban en calma y por una avenida General San Martín semidesierta dos jóvenes jinetes avanzaban hacia el oeste.
Alta votación
Luego de un par de horas de relativa tranquilidad, las mesas urbanas retomaron la febril actividad y próximo a las 17 el porcentaje de votantes se había incrementado considerablemente, situándose en el filo del 80 por ciento. El tránsito vehicular se concentraba fundamentalmente en 18 de Julio, en los alrededores de la plaza Artigas y en la zona del Balneario Municipal, donde permanentemente se escuchaban bocinas y se percibía el constante ondear de banderas.
EN EL INTERIOR DEPARTAMENTAL
Antes de las 18 EL TELEGRAFO llegó hasta el salón comunal de Pueblo Esperanza, donde actualmente funciona la Escuela Nº58. Allí, tres simpáticas maestras tenían a su cargo la recepción de votos en una mesa que por esas horas había recibido 296 votos de un total de alrededor de 300. Unas 32 personas habían emitido voto observado y las integrantes de la mesa aseguraron que los votantes comenzaron a llegar antes de las 8 de la mañana. Los debutantes efectuaron varias consultas, en su mayoría referidas al sobre de votación, pero el balance era de una jornada “muy tranquila”.
A pocos kilómetros de allí, en pueblo Porvenir, las instalaciones de la Escuela Nº14 permanecían colmadas por los votantes y sus familias, quienes permanecían reunidos alrededor de alguna de las cuatro mesas habilitadas. En una de ellas, un funcionario aseguró que la votación fue “sostenida” y que a esa hora habían sufragado 228 de un total de 261. En ese momento un señor se acercó a la mesa e intercambió bromas con los funcionarios, prometió un cordero si su partido ganaba y luego, ante la incredulidad de los presentes, dejó su número de teléfono como garantía.
A pocos metros de allí, en otra mesa, un hombre ataviado a la usanza gauchesca recibía instrucciones para la correcta utilización del sobre de votación. El centro de estudios se había transformado en ese momento en un verdadero polo de reunión, ya que muchas familias, cómodamente instaladas debajo de los árboles, conversaban animadamente e intercambiaban mates. La mesa instalada a pocas cuadras de allí, en la Biblioteca Pública, recibió una gran cantidad de debutantes y todo transcurrió en la más absoluta calma. “El policía se aburrió todo el día”, afirmó uno de los integrantes de la mesa, donde en ese momento habían votado 230 personas.
Paysandú en calma
En la capital departamental, a las 19.30, ya concluía la jornada de votación. Numerosos vehículos atravesaban el centro de la ciudad y se apiñaban en la zona de la Corte Electoral, donde la policía había instalado vallas para facilitar el acceso de las primeras urnas. A las 20.30, desde la capital del país, el politólogo Luis Eduardo González –responsable de Cifra-- adelantaba los primeros porcentajes y en cada local partidario, en cada rincón de la ciudad, la expectativa aumentaba conforme corrían los minutos. Algunos ya festejaban por adelantado.