Argentina

Rurales | 28 Oct Numerosos productores bonaerenses decidieron rematar sus vacas lecheras para, maquinaria mediante, dedicarse a la actividad agrícola. Esto repercutirá en los niveles de extracción de leche, que caerán 5% en 2010. Así, la merma sumará una década de baja continua. En cinco años cerraron 5.000 tambos.
La complicada situación que muestra la producción de leche en la Argentina origina respuestas desesperadas de los tamberos, que ahora apelan a otras opciones para sobrevivir como empresarios.
En esa dirección, en lo que va del año, numerosos productores bonaerenses eligieron resignar sus vacas para, dedicarse al cultivo de soja. Y este cambio ya promete repercutir en la disponibilidad de la leche durante 2010: las entidades del sector aseguran que en el próximo ejercicio la extracción total será hasta un 5% menor a la de 2009.
Esto no hará más que extender una merma en la producción que, aseguran desde la Asociación de Productores de Leche, en diciembre de este año cumplirá una década de descenso continuo.
El menor volumen disponible, explicaron a Infobaeprofesional productores de la provincia de Buenos Aires, deviene en principio del masivo cierre de tambos, que se ha acelerado de 2004 a esta parte.
En ese lapso, se cerraron a lo largo de la Argentina algo más de 5.000 establecimientos. Y en la actualidad sólo se mantienen activos alrededor de 11.000. La respuesta a tanto achique mantiene una relación directa con la baja rentabilidad que afecta al segmento desde hace también un lustro.
Escenario
Una serie de datos vertidos en un estudio realizado por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) permite ilustrar el escenario: en mayo de 2007 los tamberos cobraban 0,76 centavos el litro de su materia prima, mientras que el litro en sachet costaba 1,70 pesos. Esa relación les permitía participar en el 45% del valor final.
En cambio ahora, dos años más tarde, los productores reciben 0,75 centavos por litro y en las góndolas la cotización del sachet de leche se ubica en el orden de los 3 pesos. Así, la porción a la que acceden en el último precio cayó a sólo 25 por ciento.
Ante estos números, el informe que reproduce la consultora Blasina y Tardáguila, establece que el repunte de la soja pasó a transformarse en la mejor opción.
“Si bien son decisiones individuales, hay muchos tamberos que optan por volverse agricultores o directamente alquilan la tierra para el cultivo de soja”, aseguró a iProfesional.com, Jock Campbell, titular de la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste , en la provincia de Buenos Aires.
“La situación está obligando a los productores a vaciar a los campos de vacas y de gente. Esto habla de un empobrecimiento que no es de ahora, y que se volverá más grave si no se toman medidas”, alertó.
Para Campbell, la menor extracción ya se está viendo por estos días en las principales áreas lecheras de la Argentina. “Hoy hay capacidad ociosa para procesar lácteos. Este descenso se debe, precisamente, a la cantidad de productores que se vuelcan cada mes a la actividad agrícola”, dijo.
La baja en la producción de leche para los próximos meses también fue abordada por Ocampo.
El directivo señaló a “la falta de políticas internas adecuadas” como el argumento que limita la recuperación de la plaza local.
El ejecutivo sostuvo que el país está perdiendo potencial productivo, y que el nulo crecimiento en diez años ha hecho que la leche generada en lugares como Uruguay, Chile y el mismo Brasil, comience a restarle mercado internacional a los lácteos argentinos.
“Hoy tendríamos que estar en un nivel de producción superior a los 18.000 millones de litros por año. Pero eso se cortó y lo bueno cayó directamente en un pozo. Sinceramente, no hay ejemplo en el mundo de no crecer en una década”, dijo.
En ese lapso, ilustró Ocampo, la actividad en China se expandió un 400%, en Brasil trepó un 50%, y la producción de leche en Uruguay aumentó más del 30%.