Paysandú, Domingo 01 de Noviembre de 2009
Locales | 30 Oct Las represas brasileras y las planificadas argentinas sobre el río Uruguay aguas arriba de la de central uruguayo-argentina de Salto Grande, significan “una ventaja y un beneficio” y “nos favorecen” para la previsión del manejo del caudal por parte de Uruguay y Argentina, según coincidieron en señalar a EL TELEGRAFO el actual gerente general de la delegación uruguaya en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, Hugo Maqueira, y el ex gerente técnico Fernando Wald. Los técnicos afirmaron que la información que se recibe de las represas es útil para la planificación de la explotación de las turbinas de Salto Grande, e incluso han servido para paliar efectos de sequías importantes que afectaron a los productores uruguayos, si bien los brasileños “hacen el manejo en función de sus propias necesidades”.
“facilita el manejo”
El contador Hugo Maqueira explicó que “cuando en un río los embalses están en cascada, como ocurre con el río Uruguay, siempre favorecen al último”. Especificó que en el caso de Salto Grande, “estamos permanentemente informados de los movimientos que hacen las represas brasileras, tenemos acceso a informes que se hacen cada hora sobre el caudal erogado”, lo que permite prever el comportamiento del río. Relativizó la incidencia inmediata que puede tener el uso del agua por parte de las empresas hidroeléctricas de Brasil, ya que “lo que eroga la última represa que hay antes de Salto Grande demora de seis a siete días en llegar a esta zona, considerando que están a más de 800 kilómetros”.
Indicó que la existencia de varias represas al Norte, es una ventaja para Salto Grande, ya que los técnicos pueden “manejar” el aporte del río con datos muy claros, que incluyen desde el agua que pasa río abajo así como “estamos informados de los porcentajes de la reserva de agua que tienen”.
Garaví en seis años
En cuanto a la incidencia que tendría la proyectada represa de Garaví, un emprendimiento argentino-brasilero, que se construirá poco más al Norte del departamento de Artigas, dijo que “eso cambiará más la situación, pero para mejor. El día que esté nos va a facilitar más el manejo de nuestros propios caudales”.
Esta represa aún está a estudio técnico y ambiental, y “el proyecto original es de la década de 1980, hay que reconsiderar muchos aspectos”, entre lo que están la nueva propuesta de “respetar el salto de Mojoná. Están pensando no hacer la represa en el mismo lugar del salto, como se hizo en Salto Grande. Tal vez hagan dos centrales más chicas, evitando inundar algunas zonas como la de los propios saltos en atención al mejor trato al medioambiente y el elemento paisajístico”, ya que se trata de una zona turística. De todas maneras, señaló que la construcción de la presa de Garaví demandará trabajos por “unos seis o siete años”.
WALD: “SON MUY PROFESIONALES”
El ingeniero Fernando Wald, gerente técnico de la represa de Salto Grande durante parte de la década de 1990 hasta 2005, dijo a EL TELEGRAFO que durante su gestión “estuve en las represas de Itá y Machadinho, y están Paso Fundo y otras centrales que se están construyendo”, viendo directamente la situación. Recordó que concurrieron “con el ex gerente argentino ingeniero Mássimo, el ingeniero Mendizabal y el escribano Pedro Señorale, delegado uruguayo ante la CTM”. Esa visita fue a principios de la década de 2000, y Wald comentó que “se trata de represas grandes”, y el tema del movimiento de agua y el manejo que se hace, “son muy profesionales, los brasileros saben lo que están haciendo y optimizan el funcionamiento de todas las centrales. Y cuanto mayor la cantidad de centrales que haya sobre el río, más regularizado está”, afirmó coincidiendo con su sucesor en Salto Grande.
Por lo tanto, esas represas sobre el Uruguay en el caso de inundaciones y hasta en la explotación de generación hidroeléctrica “es buena y beneficia, por supuesto. Y es por varias razones, una porque aumentan el almacenamiento de agua, aguas arriba de la represa, y segundo porque comunican la información aguas abajo de qué es lo que pasa en cada una de esas centrales”, con lo que potencia las posibilidades de generación hidroeléctrica y también de los flujos de agua.
Se puede coordinar
En cuanto a si hay contacto fluido entre quienes administran las represas, afirmó que “entre las brasileras sin ninguna duda, hoy no sé cómo es la comunicación con Salto Grande porque estoy retirado, pero entiendo que siempre se mantuvo una muy buena relación”.
Sobre si recordaba que se hubiera hecho un manejo coordinado del río entre las represas, dijo que “hace muchos años hubo una seca importante, y se le pidió colaboración a los brasileros y se obtuvo”. Pero en realidad “no es ese el hecho”, dijo el ingeniero.
“Simplemente se aprovecha el almacenamiento adicional que se produce”. Consideró claramente, afirmando que “no tenga duda” cuando se le preguntó si era bueno para Salto Grande la existencia de represas aguas arriba, afirmando que “sin duda” eso es bueno para Uruguay, y “hay solamente un problema o perjuicio que se ocasiona en el momento que se llena el lago de la nueva central, pero eso dura pocos meses, dos o tres, y después es todo beneficio”.
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