Paysandú, Viernes 06 de Noviembre de 2009
Locales | 01 Nov (Por Enrique Julio Sánchez, desde Estados Unidos). Halloween, la fiesta de las brujas, una de las celebraciones más profundamente enraizadas en la cultura gringa. Buena parte de los frentes de los hogares se han decorado con motivos mortuorios en honor a la fiesta que se realizo ayer sábado. En muchas la decoración incluía grandes calabazas y muñecos de hojas vegetales, pero en otras la muerte estaba realmente presente. Algunos hogares convirtieron sus jardines del frente en cementerios, con lápidas, fantasmas y monstruos. Y en algunos casos el humor ácido llegó a extremos de colocar una lapida con el nombre de uno de los ocupantes de la casa.
Al atardecer, desde todas partes, familias enteras recorrieron las calles, golpeando en las casas del vecindario, clamando la célebre fase “Trick or treat?” (Truco o trato), esperando claro que todo terminara en un trato, recogiendo golosinas.
La tarde fue propicia para Halloween, gris, fría y lluviosa. Lo que no detuvo a quienes desde hace días se venían preparando con sus disfraces, aunque este año los de Barack Obama y Sarah Palin no tuvieron tanto éxito como se esperaba. Las preferencias fueron hacia los disfraces tradicionales, de super héroes, monstruos y sexies modelos.
Halloween, la gran fiesta pagana acaba de pasar, dejando su dulce reguero por doquier. En tanto, la nación entera se pregunta “Trick or treat?”, mientras la inestabilidad económica sigue ocupando las principales preocupaciones de la familia tipo estadounidense, aquella que tres o cuatro décadas atrás orgullosamente integro la clase media, que entonces podía comprar una casa en los suburbios y un auto familiar contando solamente con el sueldo del jefe de la casa.
Hoy eso es historia, que aunque presente parece muy muy lejana. Es cierto que todavía para las familias de la clase acomodada solo es necesario que trabaje el jefe del hogar (sea el hombre o la mujer), pero la ex clase media y la clase trabajadora no pueden pensar siquiera en esa posibilidad.
Para que una familia se mantenga mas o menos dignamente, en este país del Primer Mundo que sigue atrayendo inmigrantes como moscas a la miel, una familia debe unir varios sueldos. Por ejemplo, el esposo y la esposa tienen un trabajo a tiempo completo y además el hombre tiene uno a tiempo parcial. Y a veces la esposa también colabora con un trabajo de temporada, para poder mantenerse al día con el pago de las cuentas y para vivir dentro del estilo consumista que esta sociedad tiene como uno de sus principales sellos de identidad.
Los jóvenes que no han tenido éxito en los estudios y que deben ingresar al mercado laboral se enfrentan con muchos problemas, desde que hay mucha gente buscando empleo, incluso en aquellos de menor paga, como los de las grandes tiendas por departamento, donde un salario promedio no supera los 9 dólares la hora, lo que en el contexto de Estados Unidos es muy poco.
Los salarios de alta paga, en tanto, no están tan disponibles como un par de años atrás, lo que también provoca problemas a los jóvenes profesionales que egresan de las universidades, con el peso de los créditos educacionales que deben pagar, el comienzo de una vida independiente, con el pago de alquiler y demás, y sin las oportunidades laborales que soñaron cuando comenzaron sus carreras universitarias.
“Trick or treat?”, una pregunta que ha superado ampliamente el entorno de Halloween, y que muchas veces no tiene el dulce final de unos cuantos dulces con forma de monstruos o con sabor picante, como son típicos en esta celebración.
El país entero deambula en busca del famoso futuro venturoso, que algunos obviamente han encontrado, pero que muchos otros todavía siguen tratando de alcanzar.
La cruda realidad del país muchas veces no es apreciada en su totalidad por la comunidad inmigrante, simplemente porque en muchos casos llegaron desde sitios donde la situación es particularmente difícil, y donde la pregunta no es si se llegará a fin de mes pagando todas las cuentas, sino si habrá algo para comer sobre la mesa hoy o quizás mañana.
Halloween llegó y pasó, como cada año, dejando toneladas de dulces para gozo de los niños y preocupación de los dentistas. La cultura gringa tuvo su anual encuentro con el horror y la muerte. Diariamente cada quien se levanta para disfrutar un nuevo día, porque aunque haya dificultades la vida siempre es un disfrute. Y cada día la misma pregunta aparece en el horizonte: “Truco o trato?”
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