Opinion | 06 Nov El Hospital Escuela del Litoral recibió nuevo equipamiento para la atención de pacientes con problemas de audición, lo que sumado a la existencia de un equipo de médicos y otros técnicos posibilitará a los pacientes contar con los resultados de sus análisis en pocas horas. La inversión significa un gran avance en materia asistencial por varios motivos. En primera instancia porque permite a los médicos diagnosticar con mayor precisión y por lo tanto indicar tratamientos más ajustados a las necesidades del paciente específico. Significa asimismo un ahorro en términos económicos, ya que el envío de pacientes a instituciones del sector privado o incluso a la capital implica un esfuerzo económico mayor, en tanto además permite al paciente tener una respuesta prácticamente inmediata y cercana, lo que significa una mejor respuesta global.
Este último aspecto no es menor, porque hasta ahora el sistema preveía que el otorrinolaringólogo solicitara el examen, fuera aprobado por la dirección y por la administración para que el gasto se hiciera en un servicio privado cuando dispusiera de fecha, volviera el examen y se pidiera nueva orden para el especialista, todo lo cual podía insumir una demora de entre 15 y 45 días, en tanto ahora puede hacerse en el mismo día y sin salir del nosocomio.
Quienes han tenido que emprender verdaderas peregrinaciones en busca de un diagnóstico saben la importancia de obtener una pronta respuesta, que evite especulaciones e incremente la incertidumbre.
Cuando solemos ser víctimas de la sordera que los organismos centrales tienen a la hora de oír los reclamos de equipamientos que desde el Interior se plantean, la presente resulta una señal positiva que merece reconocimiento.