A la cárcel

Policiales | 01 Nov La Justicia procesó ayer a un montevideano de 24 años, poseedor de antecedentes penales, que a mediados de la semana pasada le arrebató el celular a un transeúnte en un confuso episodio registrado en la zona céntrica de la ciudad.
Según información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO, el pasado jueves –próximo a la medianoche-- un hombre de 22 años se presentó ante la referida seccional para denunciar que un desconocido acababa de hurtarle un valioso celular.
Relató que caminaba por las inmediaciones de Baltasar Brum y Uruguay cuando en determinado momento se le acercó un desconocido, con quien mantuvo una breve conversación. Enseguida el individuo le pidió un cigarrillo, pero él se lo negó, ya que no fuma, pero luego le pidió dinero y al recibir una nueva negativa le introdujo la mano en el bolsillo de la campera y le quitó un celular Nokia, de color rojo y negro, valuado en 10.000 pesos. Agregó que el ladrón se quedó en el lugar y le exigió que se retirara o lo tomaría a golpes.
Ayer, cerca de las 5 de la madrugada, efectivos de la misma dependencia que patrullaban la zona céntrica avistaron –en 18 de Julio y Setembrino Pereda-- a un sujeto que se ajustaba a la descripción del sospechoso. Intentaron dialogar con él, pero el sujeto contestó incoherentemente, así que lo trasladaron a la seccional y lo identificaron como Ricardo Damián Moreno Silveira, de 24 años, oriundo de Montevideo y poseedor de antecedentes penales por tentativa de hurto y receptación. El sospechoso, domiciliado en la zona de Piedras Blancas, se trasladó recientemente a Paysandú con intenciones de conseguir trabajo y se estableció en una pensión ubicada en Libertad y 18 de Julio.
Una historia
diferente
Interrogado respecto al robo del celular, el detenido dijo que efectivamente esa noche se encontró con un desconocido en la esquina de Baltasar Brum y Uruguay, pero brindó una versión completamente diferente de lo sucedido. Según dijo, el joven le prometió 1.000 pesos a cambio de mantener relaciones sexuales, propuesta a la que accedió.
Consumaron el acto en la vía pública pero luego éste no le dio el dinero, así que, aprovechando una distracción, le hurtó el celular desde la campera. Posteriormente constató que se trataba de un aparato costoso, así que regresó a Montevideo y lo vendió en la feria de Piedras Blancas en la suma de 8.000 pesos. Fue conducido ante la Justicia y resultó procesado con prisión por el delito de hurto especialmente agravado.