Paysandú, Lunes 16 de Noviembre de 2009

Nadie es perfecto

¿Será este realmente el comienzo de un nuevo amanecer?

Locales | 15 Nov (Por Enrique Julio Sánchez, desde Estados Unidos) Algún día sucederá. Pero no se sabe cuándo. Los políticos y funcionarios hablan de que es necesaria, pero nadie toma realmente la decisión política de impulsarla finalmente.
Hace un par de días, en un discurso realizado en un centro hispano, la secretaria de Seguridad Interna  Janet Napolitano, dijo que su departamento no puede realizar un trabajo eficaz sin una reforma migratoria integral, una posición que fue elogiada por diversas organizaciones pro inmigrantes.
Ésta es la primera alocución dada por Napolitano, donde se centró solamente en inmigración y fue considerada como un paso importante por la actual Administración, sobre todo después de las críticas que ella había recibido respecto a su rol como la persona que está liderando el diálogo en esta área.
La secretaria dijo que, hasta ahora, su departamento se ha reunido con más de mil personas en relación con este tema y aseguró que todos coinciden en la necesidad de una nueva legislación. Asimismo, recalcó que el panorama de inmigración ha cambiado drásticamente desde 2007, fecha en que fracasó la última propuesta.
Para esto argumentó los esfuerzos realizados en la seguridad en la frontera, como verificación y control de la población indocumentada, entre otros puntos. Napolitano recalcó además que es necesario “asegurarnos de que los inmigrantes indocumentados pasen a ser contribuyentes plenos y que paguen lo que les corresponde, ya que beneficiará a nuestra economía y facilitará que se penalice a empleadores inescrupulosos o abusivos que no cumplan con la ley”.
“Una vía rigurosa y justa para obtener estatus legal exigirá que los inmigrantes ilegales cumplan con una serie de requisitos; entre ellos registrarse, pagar una multa, someterse a una revisión de antecedentes penales, abonar todos los impuestos y aprender inglés”, explicó.
Varias organizaciones de derechos civiles acogieron las palabras de Napolitano y las interpretaron como una señal positiva. Y es cierto, pero ya se han escuchado opiniones parecidas en el pasado cercano y nada ha sucedido. Los inmigrantes, especialmente aquellos indocumentados, no solamente siguen esperando, sino que la situación se complica con el paso del tiempo. Un ejemplo es la cadena Pizza Hut, a la que ingresé en estos días. Tiene puestos vacantes en muchos de sus locales, especialmente porque ha decidido controlar los documentos de sus empleados no estadounidenses, lo que ha dejado sin empleo a muchos hispanos que no los tienen en regla.
No se trata de una posición de la empresa sino que el gobierno de Obama está exigiendo mayor contralor y poniendo más y más trabas para la contratación de inmigrantes indocumentados, lo que sumado a la crisis económica agrega incertidumbre a la comunidad inmigrante, que aunque sigue luchando día a día, no tiene la misma esperanza de hace un tiempo.
Por otra parte la llegada del invierno recortará más empleos, en áreas como construcción y cuidado de césped, donde precisamente la cantidad de hispanos es considerable.
Pero, de todas formas, la esperanza sigue viva y estas declaraciones de Napolitano han dado más fuerza a las mismas.
Quizás, finalmente, sea el tiempo de los latinos en Estados Unidos. Con documentos o sin ellos. Porque más allá de ese aspecto, el impacto de la colectividad es muy grande en esta enorme nación, que ha sido invadida pacíficamente por los sueños de un mejor vivir de millones de los nuestros.


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