Locales | 16 Nov Desde hace varios meses, la Intendencia de Paysandú a través de la Dirección de Higiene realiza la campaña de recolección de pilas, que se ha extendido a todo el departamento y se ha denominado “Paysandú querela enpila”. Transcurrido un tiempo del inicio y teniendo los primeros resultados, el director de Higiene, doctor Eduardo Américo indicó a EL TELEGRAFO que “esta campaña ha dado muchas satisfacciones en el sentido que desde que comenzó a aplicarse en el mes de julio, hay un antes y un después en cuanto al volumen de pilas que se son dispuestos en el depósito que está ubicado en el relleno sanitario y que fuera construido hace ya varios años y no estaba siendo utilizado”. La campaña consistió en la instalación de tragapilas en puntos estratégicos como el Palacio Municipal, Casa de cultura, oficina de la costa, oficina de turismo, centro de atención al cliente en Nuevo Paysandú y también se han sumado otros tragapilas no convencionales que se han instalado los centros educativos tanto públicos como privados, que se han plegado a la campaña. Empresas de diferentes rubros también se han unido y han dispuestos contenedores para que el personal haga uso de ellos. El interior del departamento también participa de la campaña: “Piedras Coloradas, Guichón, Quebracho, Chapicuy y Algorta de Río Negro, son los principales lugares donde las diferentes empresas del rubro maderero y forestal están trabajando junto a sus empleados. Estas empresas también participaron en el diseño del programa junto a la Intendencia. Los primeros días de diciembre se convocará a todos los actores de esta campaña para evaluar el funcionamiento de la misma para reprogramar de cara al 2010 cuando comience un nuevo año lectivo. Esto debido a las vacaciones de verano, lo que produce una merma en la campaña, pero queremos que esto tenga continuidad y por eso vamos a buscarle un enfoque diferente”.
Una propuesta de la gente
Esta campaña surgió a raíz de la necesidad de los ciudadanos de contar con un lugar donde desechar pilas y baterías, que son residuos altamente contaminantes. De esta manera se alineó con el anterior programa “Paysandú querela limpia” de clasificación de residuos, lo que significó una toma de conciencia por la población. “Si bien a la gente le ha costado clasificar la basura en ‘orgánica’ e ‘inorgánica’, han habido otros componentes que sí funcionaron. Por ejemplo las papeleras en la zona céntrica --que próximamente serán instaladas otras más--, el barrido de la zona urbana con la participación de las cooperativas sociales, operativos de erradicación de basurales endémicos, el control de los terrenos baldíos y fiscalización de los particulares que arrojan basura en espacios públicos y una muy buena respuesta de los locales comerciales del centro que llevan sus residuos voluminosos al contenedor que está en la oficina de servicios, que es un puesto de entrega voluntaria para basura reciclable, o sea, papeles, espuma plast, plástico y metales y esto ha significado un impacto muy positivo en el centro”.
Estos materiales reciclables que se recolectan en este puesto y en las recorridas por los 10 barrios que participan de la campaña de clasificación de residuos, van a las 25 cooperativas de recicladores que hay en la ciudad y así se genera una entrada económica para estas personas”, explicó.