Deportes | 16 Nov Todos frente a la tele. Alfonso padre, Isabel y Alfonso hijo junto a su esposa y su pequeña hija palpitaron, disfrutaron y sufrieron frente al televisor a lo largo de 90 minutos que resultaron interminables.
El “¡vamos Nico!” fue moneda corriente en la familia Lodeiro, cada vez que al benjamín le llegaba la pelota en el Estadio Saprissa, donde Nicolás cumplió el sueño de debutar con la selección mayor.
“Con Nico habló el hermano; estaba contento por el debut, aunque como pusieron ustedes no salieron las cosas como podía esperarse. Imaginate que debutó en el partido más importante de Uruguay en los últimos 10 años. Pero hay que tener en cuenta que el juego no se dio, y tampoco lo buscaban bien con la pelota, que pareció incontrolable”, tiró al día siguiente el padre del volante tricolor. “Uruguay se equivocó en la entrega, porque no pudo jugar en corto. Y las pelotas largas se iban para afuera”, agregó Alfonso, quien en voz baja y entre sonrisas agregó: “el ‘Japo’ (Rodríguez) tampoco pudo hacer la diferencia cuando ingresó: le conté hasta las pelotas que tocó. La cancha estaba insoportable, y encima había llovido mucho”.
“Lo bueno de Uruguay fue la defensa y el trabajo de los volantes de contención, los que tuvieron la tarea de marcar, porque no se jugó bien con la pelota. Vos viste que cuando ‘Palito’ Pereira se proyectaba no tenía noción de la distancia. Y eso es por la cancha”, agregó.
Los nervios se calmaron pero siguen a flor de piel, porque la suerte celeste se definirá el miércoles, y porque cruzan los dedos para que Nicolás tenga la oportunidad de mostrar en una cancha normal lo que puede aportarle a la selección. Los Lodeiro ya preparan la excursión a Montevideo para la revancha, confiados en que Uruguay puede festejar la clasificación al Mundial 2010. Y que el “Nico” puede tener su revancha.