Locales | 19 Nov Vándalos ingresaron la pasada madrugada al Mausoleo del General Leandro Gómez en Plaza Constitución, donde profanaron la urna que guarda los restos del héroe y provocaron varios destrozos.
El hecho generó una serie de trascendidos que no fueron confirmados oficialmente, pero en las próximas horas se conocerán detalles de las pericias de Policía Técnica. Según información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO, el hecho quedó al descubierto ayer próximo a las 8.30, cuando el encargado del mantenimiento de la Plaza Constitución arribó para comenzar sus tareas. El funcionario constató que desconocidos habían dañado el candado que asegura la reja que protege la entrada al monumento y también la puerta de blindex que conduce al recinto donde está emplazada la urna con los restos del general Leandro Gómez. Inmediatamente alertó a las autoridades municipales y poco después arribó el coordinador de Museos, Alfredo Beraldo. Según trascendió, cuando los funcionarios ingresaron al recinto no notaron nada extraño, pero inmediatamente descubrieron que los intrusos habían removido la tapa exterior de la urna, depositándola junto a la estructura que la soporta.
Inmediatamente alertaron a la Seccional Segunda de Policía, cuyo responsable -el comisario Jorge Pagani- acudió y efectuó un relevamiento preliminar de los daños, en tanto los efectivos de Policía Técnica obtuvieron huellas y tomaron varias fotografías.
La urna emplazada allí el 2 de enero de 1984 consta de una cubierta exterior de madera, donde descansa una estructura metálica cuya parte superior fue grabada con el nombre del héroe de la Defensa. Nueva información extraoficial señala que la estructura metálica no fue removida por los vándalos, pero también confirmaría una vieja sospecha: la urna estaba vacía. Sin embargo, poco después de descubierto el ataque trascendió que la policía había recuperado restos óseos que permanecían esparcidos junto a la urna. Esta información fue categóricamente desmentida por nuestros informantes, quienes insistieron en que Policía Técnica brindará más detalles. También circuló información sobre el supuesto robo de una espada que descansaba sobre la urna, versión que también fue desmentida, ya que este elemento fue trasladado en octubre a las instalaciones del Museo Histórico. Los intrusos tampoco se llevaron las demás armas, documentos y objetos antiguos que permanecían en el recinto, por lo que el hecho se reduce a la rotura de las puertas y la profanación de la urna. La hora del ataque tampoco fue confirmada, ya que el Mausoleo cuenta con vigilancia entre las 8 de la mañana y las 12 de la noche. El hecho, además de generar preocupación entre las autoridades y el resto de la población, reforzó un antiguo enigma sobre la existencia o no de restos óseos en la urna. Más tarde un ex jerarca municipal aseguraría que a mediados de la década del 90 los restos permanecían allí, pero esto tampoco confirma que hayan sido hurtados durante la madrugada de ayer.