Locales | 22 Nov Cuando la Lógica se niega estamos en el abismo
Sí, y ni el arrepentimiento o el despertar nos ayuda, porque en el vacío ya no se corre, ni se vuela, ni se nada, ni se agarra a nada porque el vacío no tiene asideros. Y tu curso no termina en el fondo, porque no tiene fondo. Y en esa caída estarás con los que te acompañan, destrozándose mutuamente en un feroz y descoordinado accionar fuera de tiempo, sin posibilidad de nada, sin retorno, porque los pedazos de gentes no hacen un hombre.
La vida precisa del hombre para transmitir la referencia de la existencia. Y la existencia es pura lógica, como el hombre es el resultado de ésta. Ahora bien, no por esto todos los hombres son obligados a aceptar la lógica universal como su herramienta de trabajo para hacer sus vidas (y/o regir la vida de los demás). La existencia coloca triquiñuelas en el camino de todos, para pagar el peaje de haber sido dotados de dones como la inteligencia, la bondad, la responsabilidad, la duda, la recapacitación y tantos otros atributos. Y si no aceptamos la lógica, es porque de los dos grandes vectores del movimiento, lo malo y lo bueno, (los opuestos como piedra fundamental del movimiento continuo y la eternidad) hemos elegido o estamos cargados de la “falta de lógica”.
Y esto es lo que les pasa a los votantes del Frente Amplio. Dejemos afuera una buena parte de ellos que lamentablemente están incluidos en la nueva cuarta clase social uruguaya “los miserables”, pues su propia condición es una limitante insuperable. Pero el resto, que comprende una amplia gama que se extiende desde la instrucción aceptable hasta la más pulida intelectualidad, éstos sí están divorciados del pensamiento lógico como herramienta de análisis y de construcción. Ejemplos tenemos muchos, como cuatro desastrosos gobiernos departamentales en Montevideo, ganando siempre el FA. Innumerables actuaciones a nivel nacional de improvisación, irresponsabilidad, corrupción, sumisión a la opinión de líderes extranjeros y tantas otras cosas. Pero la más rimbombante muestra de falta de lógica ha sido la elección de la gente de la guerrilla para dirigir y gobernar el país. Esto también tiene su lógica basado en la falta de lógica. Veamos. Un país democrático que sufre una guerrilla, que la combate y controla, que después cae en una dictadura militar, al retomar el estado de derecho da amnistía y suelta a los guerrilleros y más, los “inocenta” y permite que todos éstos recuperen sus derechos cívicos al punto de poder formar parte de partidos políticos, ocupar toda clase de cargos públicos y todavía llegar a la presidencia del país. Esto es una situación de total falta de lógica universal. Es una abrumadora ausencia del sentido común (de protección de la vida).
Tengo un enemigo que vino a destruir mi sociedad y sesgó vidas, y después le permito que mande mi país y mi vida. Es la confirmación de un estado de imbecilidad colectiva en superior grado. Por eso, se crean y desarrollan bajo nuevos estados de falsa lógica los acontecimientos insanos de plena aceptación general, adquiriendo el curso de cosa verdadera y perdurable. Y así vemos con tristeza la gran incapacidad uruguaya de aceptar las evidencias. Si gana las elecciones el FA, gobernarán los tupamaros y los comunistas, aunque ilusoriamente los izquierdistas crean que ellos también gobernarán (lo peor es que ni dudan al respecto).
Los tupamaros y los comunistas no quieren a los izquierdistas, porque para ellos éstos son los hijos discapacitados del marxismo-leninismo, etcétera. Pero al igual que en la vida real, por ellos cobran asignaciones y beneficios (hasta las elecciones todos serán compañeros).
¿Qué pretendo con todos estos comentarios? Despertar a muchos frenteamplistas para que razonando y aceptando las evidencias, den otro rumbo a su impulso electoral, no entregando lo que es su patrimonio democrático al totalitarismo, a los que fueron los enemigos del sistema en donde crecieron, a los que no tienen credenciales de paz, de modestia por la aceptación del equívoco, de arrepentimiento. A los que no tienen credenciales para trazar el destino de la vida de sus hijos y de los hijos de sus compatriotas.
En su soledad del cuarto secreto, lejos de la algarabía electoral y de la presión del voto partidario, no se escape de la lógica universal ni crea que la teoría del romper con todo y reírse lo ayudará.
Recuérdese, que siempre mañana podremos estar peor.
Tal vez así podrá elegir mejor. Rodolfo Angel Beccaría Pesce