Nacionales | 22 Nov Por lo menos 600 personas fueron evacuadas en distintos puntos del país, tras días de intensas lluvias y alertas meteorológicas sobre nuevas tormentas. Los evacuados por desbordes de ríos y arroyos son de los departamentos de Artigas, Salto, Cerro Largo, Paysandú, Treinta y Tres y Durazno, informaron los comités de emergencia departamentales.
Son más de 120 los evacuados en Salto, en Treinta y Tres más de 150 y en Durazno fueron aproximadamente 40. Los departamentos de Rivera, Cerro Largo, Artigas y Tacuarembó también sufrieron las consecuencias de abundantes lluvias y vientos. Los evacuados se encuentran refugiados en dependencias municipales, en tanto las autoridades del Sistema Nacional de Emergencia y de los comités departamentales están atentos al alerta emitido por la Dirección Nacional de Meteorología.
El intendente de Salto, Ramón Fonticiella, dijo que el departamento está en una situación de emergencia debido a las lluvias registradas en los días anteriores, que se prolongaron durante la noche del viernes y prosiguieron durante toda la mañana de la víspera. “Habrá que ver cómo se comporta el tiempo. Hago votos para que no venga la cantidad de agua que anuncia la alerta roja, porque ahí si tendríamos que pasar los 13 metros”, afirmó.
La Comisión Técnica Mixta de la represa de Salto Grande informó que el río Uruguay sigue creciendo y el presidente del Comité de Emergencia, Walter Malet, dijo que se advirtió de “nuevas e importantes precipitaciones” y que, sin alarmar a la población, se debían tomar precauciones.
En Durazno, la crecida del río Yí provocó la evacuación de 46 personas, según informó a radio “El Espectador” Jesús Mario Rodríguez, coordinador del Comité Departamental de Emergencia. El cauce de este río se encuentra ocho metros con 70 centímetros por encima del nivel normal.
En tanto, en Treinta y Tres hay más de 150 personas evacuadas, según confirmó el intendente de ese departamento, Ricardo Amaral. El jerarca sostuvo que el río Olimar se encuentra siete metros por encima del nivel normal, lo que motivó el desplazamiento de habitantes de las zonas adyacentes.
Indicó que la comuna ya cuenta con experiencia en situaciones similares, por lo que rápidamente se movilizaron efectivos de Policía, Bomberos y el Ejército, entre otras instituciones. En mayo de 2007 debieron albergar y atender a más de 3.000 personas por este mismo motivo.
“De cumplirse el pronóstico que tenemos de alerta roja para las próximas 24 horas, la situación podría agravarse porque hay anuncio de lluvias torrenciales y este contexto, con el campo que no absorbe una gota más, podría llevar a otro nivel de alarma. Lo que más nos preocupa en este momento es preservar la integridad física de los ciudadanos. Después nosotros hacemos un balance económico; en este momento no se pueden medir los costos. Sabemos que va a ser complicado, va a desestabilizar, porque teníamos caminería muy bien arreglada y eso vamos a tener que volver a hacerlo y nos va a complicar”, dijo.