Enviado a INAU

Policiales | 27 Nov La Justicia Penal envió ayer a una dependencia de INAU en Mercedes a un menor infractor que utilizando la clave personal de una mujer imposibilitada, obtenía mercadería en dos supermercados y luego la consumía junto a sus familiares. La Dirección de Investigaciones se hizo cargo del caso y puso al descubierto los pormenores de la maniobra.
Según información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO, el gerente de una cadena de supermercados con locales en las zonas centro y norte de la ciudad se presentó en la referida dependencia para denunciar que varios individuos, al parecer menores de edad, obtenían mercadería -fundamentalmente bebidas alcohólicas y gaseosas- utilizando la clave de crédito de una cliente incapacitada. Dijo que la estafa ascendía a una cifra cercana a los 5.000 pesos y que tanto las cámaras de seguridad como las instaladas en las cajas registradoras habían obtenido imágenes de los sospechosos.
Según determinaron los investigadores, el sistema de créditos de la cadena de supermercados consiste en la entrega al cliente de una tarjeta personal. Al efectuar la compra, el cliente debe presentar esta tarjeta (con una clave de seguridad) así como la cédula de identidad. Cuando se trata de pedidos a domicilio, los repartidores deben -al entregar la mercadería- pedir tanto la tarjeta como el documento, para de este modo completar la transacción. En caso de que una tercera persona efectúe compras a crédito por encargo de un cliente, también debe presentar la tarjeta y en este caso agregar el número de su documento de identidad.
Aparecen los responsables
Gracias al material fotográfico y a las imágenes obtenidas por las cámaras de seguridad, los efectivos de Investigaciones identificaron a los estafadores y poco después lograron ubicarlos. Se trataba de un menor de 15 años, uno de 16 y un mayor de 18.
De acuerdo a las filmaciones, el de 15 se presentó en dos ocasiones -acompañado por el de 16- en la sucursal ubicada en la zona de Zorrilla de San Martín e Industrias, y en una oportunidad -con el de 18- en la emplazada en Bulevar Artigas y Washington. En ambos casos, luego de recolectar en las góndolas mercadería como gaseosas y whisky, se presentaba en la caja y solicitaba una operación a crédito a nombre de una mujer físicamente incapacitada (habitual cliente del supermercado), pero alegaba haber olvidado el documento de identidad y la tarjeta. No obstante, decía recordar la clave de la tarjeta y así lograba salirse con la suya.
Todo quedó al descubierto cuando la cliente se comunicó con el negocio, solicitó su estado de cuenta y notó la irregularidad.
Quedaron dudas
Indagado por la policía, el joven de 18 dijo desconocer detalles de la maniobra. Se identificó como novio de la hermana del menor de 15 y admitió haberlo acompañado al supermercado. Según relató, en cierta ocasión estaban en la casa de la madre de su novia y el adolescente lo invitó a ir de compras. A bordo de la moto de la dueña de casa, fueron al supermercado y él esperó afuera mientras su compañero hacía las compras. Dijo haberlo ayudado a cargar la mercadería, pero insistió que desconocía cómo se efectuaba la transacción. Las bebidas -añadió- fueron consumidas posteriormente en familia, mientras miraban un partido de fútbol por televisión.
El autor de la maniobra admitió su culpabilidad, pero los investigadores no lograron determinar cómo había obtenido la clave personal de la cliente. Averiguaron que una hermana del menor era empleada en la cadena de supermercados, pero no pudieron involucrarla con el ilícito. La Justicia penal dispuso la libertad del joven de 18 años y del adolescente de 16, en tanto envió al de 15 a una dependencia de INAU en Mercedes, tras abrirle un proceso infraccional por tres delitos de estafa.