Locales | 24 Nov La fuerte crecida del río Uruguay no solo ha provocado el desalojo de un creciente número de familias en la franja costera, entre otros perjuicios, sino que también ha afectado las obras que se desarrollan en el puerto sanducero, cuyos muelles han sido rebasados por las aguas.
En el muelle local de cabotaje, precisamente, se encara el proyecto de refuerzo y remodelación de un tramo de ese sector con vistas a la operativa con contenedores, el que es encarado por la empresa Stiler S. A., cuya finalización estaba prevista para febrero o marzo próximo, junto con las obras de dragado, en base al llamado a licitación formulado en su momento por la Administración Nacional de Puertos (ANP). Desde hace algunas semanas se han interrumpido las tareas de dragado en el paso Almirón, debido a la rotura de caños y otros problemas surgidos con el equipo, en tanto a partir de la crecida del río también estas condiciones han conspirado contra la eventual reanudación de los trabajos.
En el caso de las obras del puerto, en las últimas semanas se había logrado avanzar significativamente tras el arribo de las piloteras, pero a partir de la crecida el desarrollo de las tareas ha sido afectado al punto que debieron suspenderse ya cuando las aguas estaban por rebasar el muelle, lo que ocurre a unos 6,90 a siete metros. Actualmente, con el río prácticamente en 7,40, las aguas impedirán por lo menos por varios días el reinicio de los trabajos, lo que ha derivado en que sean suspendidos los trabajadores contratados por la empresa adjudicataria.
Precisamente, según ha podido saber EL TELEGRAFO, esta situación causa inquietud entre los obreros, que están planteando la posibilidad de ser contratados temporalmente en alguna otra empresa o por alguna dependencia del Estado para colaborar en las acciones que se desarrollan en la costa ante la crecida, entre otras posibilidades que les permitan mantener algún ingreso temporal.