Policiales | 28 Nov La Justicia Penal procesó ayer al conocido delincuente apodado el “Cerebro”, poseedor de infinidad de anotaciones policiales como menor y relacionado con al menos dos hurtos perpetrados en las últimas horas. La Seccional Segunda lo capturó la pasada madrugada en la azotea de una asociación de jubilados y posteriormente se demostró su participación en otro ilícito.
Según información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO, ayer próximo a las cinco de la madrugada, una señora domiciliada en las inmediaciones de Uruguay y Baltasar Brum escuchó ruidos extraños en el interior de una asociación de jubilados ubicada a pocos metros de su casa. Se comunicó con la Policía y poco después acudieron efectivos de la Seccional Segunda, quienes al ingresar al edificio encontraron un gran desorden en el recinto utilizado como consultorio médico. Inmediatamente acordonaron la manzana y poco después sorprendieron al intruso en los techos del edificio. Se trataba de Hugo Miranda Frencia, conocido delincuente de 18 años apodado el “Cerebro”, poseedor de numerosas anotaciones como menor infractor y requerido desde hacía varios días por su presunta participación en un hurto.
Al ser detenido, llevaba consigo varios blisters de medicamentos controlados -hurtados desde el consultorio-, parte de lo cual se apresuró a ingerir, por lo que debió ser trasladado de inmediato al Hospital Escuela del Litoral.
Tristemente célebre
A pesar de su corta edad, Miranda es un viejo conocido para la Policía. Como menor infractor acumuló más de cuarenta anotaciones, la gran mayoría por hurtos perpetrados en perjuicio de oficinas céntricas, a las que ingresaba por la noche en busca de dinero. A poco de cumplir la mayoría de edad, luego de una larga carrera como delincuente juvenil, la Dirección de Investigaciones lo vinculó con un hurto y la Justicia lo procesó sin prisión y lo conminó a incorporarse a un grupo de tratamiento para superar sus adicciones. Su primer procesamiento como mayor no le sirvió de lección y poco después había regresado a las andanzas.
En esta oportunidad -según relataría en la seccional- llegó hasta los alrededores de la asociación de jubilados, escaló un muro y enseguida se introdujo en la propiedad a través de una puerta corrediza que da al patio. Dobló parcialmente una reja y llegó hasta el consultorio médico, donde inspeccionó todos los cajones en busca de dinero. Luego de causar un gran desorden, tomó varios blisters de medicamentos desde una vitrina y al percibir la presencia de la Policía huyó por donde había entrado y fue capturado en la azotea.
Otro hurto
El “cerebro” era buscado desde hacía varios días por la Seccional Primera de Policía, ya que otro delincuente (Federico Matías Cedrés Díaz, de 23 años) lo había señalado como coautor de un robo perpetrado en una parrillada ubicada en las inmediaciones de 19 de Abril y 25 de Mayo.
Antes de ser procesado con prisión por ese robo, Cedrés involucró a Miranda y dijo que esa noche lo acompañó hasta la zona costera, ya que un conocido necesitaba colaboración para retirar sus pertenencias ante la inminente llegada de la creciente. Luego de completar este acto solidario, próximo a las 5 de la madrugada, Cedrés y Miranda se dirigieron al centro de la ciudad y desde allí a la zona de la parrillada. Una vez frente al negocio, Miranda arengó a su compañero a cometer un hurto: “dale, vamo’ a darle”, le habría dicho.
Uno de ellos se escabulló hacia los techos, levantó una chapa y se introdujo en el local, para luego abrirle la puerta a su compinche que aguardaba en la vereda. Inspeccionaron el lugar en busca de dinero y finalmente se conformaron con una botella de whisky cada uno. Antes de irse provocaron algunos destrozos y luego se dispersaron en distintas direcciones. Cedrés consumió la suya junto a una amiga que cumplía años y a la mañana siguiente fue detenido por el personal de la Seccional Primera.
El “Cerebro” compareció nuevamente ayer ante la Justicia y por su participación en el hurto en la parrillada fue procesado con prisión por el delito de hurto especialmente agravado en calidad de coautor. Una vez purgada esta sentencia, deberá permanecer en prisión preventiva por el robo en el centro de jubilados, por el que ya fue procesado por el delito de hurto en calidad de autor.