Rurales | 24 Nov Indudablemente la adquisición del frigorífico “La Caballada” por el grupo Marfrig en Salto significó el renacer de esta importante industria del Norte del país y un movimiento extra de real trascendencia para la región y la mano de obra de Salto.
Durante más de una década, “La Caballada” (como se conoce a este frigorífico), no efectuó faenas de ganado, pero la familia Vargas y un grupo de ex trabajadores la mantuvieron en buenas condiciones. Posteriormente vino la compra por un grupo inversor local, hasta que desde Brasil el grupo Marfrig efectuó la adquisición definitiva.
“La faena normal oscila entre 700 y 750 vacunos diarios con una faena semanal prevista de ovinos y unos 2.500 lanares semanales, preferentemente corderos pesados o alguna categoría de lanares cuyo negocio se esté cerrando en ese momento”, señaló a EL TELEGRAFO el doctor Mario Franco.
Normalmente ingresan por día al establecimiento “entre 20 y 25 camiones con ganado vacuno, funcionando la logística en muy buena forma”. El veterinario sanducero, responsable técnico de la faena, precisó que esta planta “cuenta actualmente con 770 operarios que trabajan en un turno de faena y un turno de desosado diario, además de unos 200 empleados de servicio y mantenimiento”.
Agregó que para Salto fue un cambio “muy importante”, pero también para la planta “dado que significó un cambio trascendente ya que para la gente la pertenencia de la planta es fundamental”.
Con la llegada del grupo Marfrig “se reformuló toda la parte de la faena de vacunos, se hicieron reformas en desosados, en tanto se retoma una ampliación muy importante en la capacidad de frío”.