Grandes pérdidas en la agricultura

Rurales | 29 Nov Pocos meses atrás la falta de agua en los campos era tema recurrente. Hoy, en plena primavera y cuando precisamente más se la necesita, hay sectores que se ven muy beneficiados, pero otros como la agricultura especialmente, piden a gritos que pare para ingresar a las chacras y así concretar la cosecha de la zafra de invierno.
Técnicos consultados por EL TELEGRAFO fueron claros al manifestar que se vislumbran en la zona grandes pérdidas, lo que ocasiona intranquilidad en quienes trabajan en la zona, sean maquinistas, transportistas e indudablemente, los productores.
“Máquinas empantanadas al pretender ingresar a los campos a trillar, camiones que no pueden circular por los caminos que se vuelven intransitable en estos días de lluvia. Todo esto hace que el nerviosismo sea muy grande y genere más malestar que tranquilidad en una tarea que la necesita y mucho”, graficó un técnico de la zona.
Acotó que el malestar “se aprecia claramente en los rostros de la gente. Todos apostamos mucho a esta zafra, máxime cuando se aumentó el área, se invirtió en buena forma y las expectativas previas eran sumamente interesantes merced al excelente desarrollo de los cultivos”.
Los productores monitorean permanentemente la humedad de las chacras previendo el momento en que las cosechadoras puedan ingresar a los campos, pero paralelamente deben observar detenidamente las condiciones climáticas para conocer la situación que se avecina.
Para muestra alcanzan estos datos. En la ciudad de Paysandú y alrededores en lo que va de noviembre, el registro pluviométrico indica 284 milímetros. A excepción del período entre el viernes 6 y el viernes 13 en donde en esta zona no se registraron lluvias, en el resto de las jornadas del mes las precipitaciones fueron permanentes y dejaron poco espacio para la cosecha.
Un aspecto a aclarar es que en otras zonas del departamento las mismas han sido aún mayores (superan los 400 milímetros), dificultando toda operativa.
Los últimos datos aportados por Jefatura de Policía a EL TELEGRAFO, indican que entre las 7 del viernes y las 7 del sábado, el mayor registro fue en La Coronilla con 47 milímetros. En Tambores llovió 45, Guichón y El Eucalipto 32, Piedra Sola 27, ciudad 20, Constancia 18, Nuevo Paysandú 16, Piedras Coloradas 15, Colonia 19 de Abril 12, Quebracho y pueblo Porvenir 10 y en Chapicuy 10 milímetros. Aún así, en el campo ubicado frente al peaje de Ruta 3 próximo al puente sobre el río Queguay, se logró cosechar trigo en la jornada del viernes, saliendo cinco camiones con destino a Nueva Palmira. “Podrás comprender que no nos interesa en el momento conocer qué sucede con el rendimiento, procuramos más que nada trillar la mayor área posible para que las pérdidas sean menores”, indicó a EL TELEGRAFO su responsable.
De todas maneras aclaró que “el trigo levantado estaba bien de humedad y en buen tiempo para la cosecha”. No sucede lo mismo con las cebadas, muchas de ellas excedidas en el tiempo de cosecha y en humedad.
De no creer
Obviamente nadie espera que una creciente de esta envergadura pueda generar un problema de este tipo, máxime cuando no existían datos que establecieran que un campo pudiera quedar completamente bajo agua.
Sucede actualmente del lado del departamento de Salto en la desembocadura del río Daymán en el Uruguay. Son 80 hectáreas de cebada que están bajo dos metros de agua. Un técnico sanducero que trabaja en ese campo, precisó a EL TELEGRAFO que “es la primera vez que se recuerda que esto suceda en ese campo”.
“Es tanta el agua que juntó el Daymán y la que también llega desde el Uruguay, que ingresó al campo que incluso no está en una zona considerada inundable”, manifestó. Toda el área sembrada desde hace varios días está bajo agua y ya se perdió totalmente.
reunión
Este lunes, la Gremial de Molinos del Uruguay se reunirá con representantes del Ejecutivo para analizar la situación, ante los daños que están causando las lluvias en los cultivos de trigo. El precio de la harina ya subió 10% y se realizan importaciones para mantener el stock interno. Los problemas de calidad en los trigos ya trillados, cuando ni siquiera se llegó al 10% de las 580.000 hectáreas plantadas --el año pasado fueron 450.000-- están focalizados en el Norte y Noreste del país.
En la zona agrícola tradicional --Soriano, Colonia y Río Negro-- no se están registrando problemas de calidad en los trigos recibidos, ni tampoco se detectaron en los análisis precosecha.
Contrariamente, continúan los problemas en los departamentos del Noreste del país --Cerro Largo, Río Branco, etcétera.--, donde se encuentran muchos trigos lavados por el exceso de lluvia, bajo peso hectolítrico, brotado y problemas de actividad enzimática.
El avance de la agricultura granelera llevó a las empresas a avanzar en las siembras colonizando áreas aptas para la agricultura, pero fuera de la cuenca granelera tradicional. Esas tierras, antes consideradas marginales, albergan granos en todas las áreas plantables.
Crítica
En Artigas y Salto, un área aproximada de 10.000 hectáreas se encuentra seriamente comprometida y los cultivadores califican la situación como “crítica”.
El principal de Molino Santa Fe, Fernando Lagreca, aseguró a El País que se están detectando problemas de actividad enzimática fuerte, asociados a variedades que “muestran tendencia a brotar. Son dos días de trilla y otros dos de lluvias, en una zafra que, previo a los problemas, se presentaba como excepcional y que apuntaba a rendimientos récord”. Lagreca consideró que el área afectada abarca desde el Norte de Paysandú hasta Artigas, donde en poco más de 20 días llovió 700 milímetros, cuando anualmente los promedios rondan los 1.200 milímetros. Según el empresario, si la primavera se hubiera mantenido seca, “se podría haber llegado a levantar 6.000 kilos por hectárea del cereal”.
Pero los productores y los industriales molineros no pierden la esperanza de que las lluvias cesen, cambien las condiciones de humedad y se puedan solucionar los problemas. Con los buenos valores, muchos estuvieron haciendo tratamientos preventivos contra hongos.
Mgap
Según las estimaciones del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), de una zafra a la otra, el área triguera se incrementó en alrededor de 100.000 hectáreas. Se llegó a otro récord histórico, convirtiéndolo en el principal cereal dentro de la agricultura granelera uruguaya.
El avance de la soja, principal oleaginosa plantada, que año tras año viene batiendo récords, continúa impulsando a los cultivos de trigo, cebada (en menor grado) y también al maíz, en siembras de segunda.
Otros rubros
La agricultura no es el único sector que se ve perjudicado por las continuas lluvias de noviembre. En el sector granjero “se observan daños en verduras de hoja”, señaló el delegado de la Sociedad Fomento Rural Granjera, Walter González.
El integrante de la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR), agregó que “están apareciendo insectos y hongos, pero por ahora en forma manejable”.
En cuanto al sector apícola, manifestó que “se encuentran alertas porque el exceso de agua afectó el proceso de polinización, lo que redunda en perjuicios en la productividad de las abejas”. También existe riesgo de pérdida de los núcleos nuevos por falta de alimento.
En cuanto al sector citrícola, el ingeniero Héctor Campiglia, consejero de CNFR e integrante de la Sociedad Fomento Rural Salto, indicó que “no se pueden realizar tratamientos en forma regular, debido al exceso de lluvias y a que no se puede acceder al terreno. Por eso hay una importante caída de frutas”.
Al tiempo que manifestó que se prevé que se perderá la mitad de la cosecha, agregó que “también existen dificultades para terminar la cosecha de naranja Valencia”.
En lo que tiene que ver con cultivos a la intemperie, precisó que “la papa se verá afectada, aunque todavía no se pueden evaluar los daños”.
Otro factor de real trascendencia para el sector agropecuario es la precaria situación en que ha quedado gran parte de la caminería rural, generándose algunas dificultades para el transporte de la leche y el ingreso de camiones, tanto para embarque de ganado como para levantar la cosecha de trigo o cebada.
En términos generales también informaron los integrantes de la gremial, de varias rutas y caminos secundarios cortados y de destrozos muy marcados, lo que está dificultando también el traslado de personas y servicios, y el transporte de la producción.