Opinion | 08 Dic Es frecuente escuchar comentarios en cuanto a que “el sol está malo” y más allá de los fundamentos o no que pueda tener dicha afirmación, lo cierto es los cánceres de piel siguen apareciendo, cuando en un 95% de los casos son prevenibles y posibles de evitar.
Fue a partir de los años 20 en Europa y décadas después en nuestras latitudes, que la piel bronceada pasó a constituirse en imagen de belleza, salud y status social.
Actualmente, además del mencionado bronceado por motivos estéticos, diversas actividades de carácter social y hasta laboral nos enfrentan a una exposición prolongada al sol. Así, desde hace varios años la población se viene exponiendo al sol tanto sea por motivos recreativos como laborales, con diversas consecuencias negativas para la salud de la piel.
A partir de los resultados de diversas investigaciones científicas, se ha difundido información sobre los múltiples efectos negativos de la radiación solar. Ahora el interés es conservar el bienestar y la salud del órgano más grande del cuerpo: la piel.
Seguir conductas sencillas como respetar los horarios recomendados de exposición solar y usar sombrero y ropa oscura para evitar el impacto de los rayos ultravioletas se ha vuelto una recomendación reiterada al inicio de cada verano, aunque no por ello menos importante.
Básicamente esto es lo que desde hace mucho tiempo nos viene trasmitiendo la Comisión Honoraria de Lucha Contra el Cáncer, organismo que busca un cambio en el comportamiento social que beneficie nuestra salud y la tranquilidad de nuestras familias.
A esas sencillas medidas se agrega el uso de protector o filtro solar y lo recomendable es que se utilice alguno con un factor de protección mayor a 30. Sin embargo, la dificultad radica en que al cambio de hábitos –hay que acordarse de usarlo— se le suma otro elemento en contra: su elevado costo. Por eso sería bueno que las instituciones de salud lo recetaran asiduamente a sus usuarios. Con esto, más que incurrirse en un gasto se estaría haciendo una buena inversión en lo que respecta a prevención. El acceso al protector solar hace rato que ha dejado de ser un tema de estética.