Paysandú, Domingo 13 de Diciembre de 2009

Escribe el doctor Rodolfo Canabal

Ante el conflicto médico en el “Pereira Rossel” corresponde otro llamado a la reflexión

Locales | 08 Dic En anteriores oportunidades en las cuales se suscitaron conflictos con profesionales médicos que ejercían, en apoyo a sus reclamaciones, lo que habitualmente se denomina “medidas de lucha”, que importaban en esencia el cumplimiento con restricciones, de índole diferente según los casos concretos, de los deberes que corresponde cumplir a quienes desempeñan tan importante actividad profesional, se expresó en esta columna que no se pone en duda el derecho que tienen para formular las peticiones que consideren pertinentes; que tampoco se duda de que es frecuente que las retribuciones deban ser razonablemente incrementadas; que obviamente existe amparo constitucional y legal para formular dentro de sus principios y normas tales reclamaciones; pero que no todas las actividades tienen en esencia características iguales; consecuentemente, que no en todas se deben exteriorizar los petitorios y reclamos mediante el ejercicio de iguales o de similares medidas de lucha.
Al respecto, sin perjuicio de profundo respeto que los profesionales médicos merecen, se consideró en general en esta columna que sus actividades, por lo que representan para la salud, y por las condiciones particulares y muy exigentes de formación que indispensablemente corresponden, imponen la adopción de medidas de lucha se deben ajustar o adecuar a tales muy especiales circunstancias; consiguientemente, que la adopción de fórmulas que importen abstenerse de cumplir cabal y ampliamente los deberes profesionales, deben ser objeto de muy profunda reflexión para poder determinar cabalmente el límite en que ello es razonable.
Se formulan las reflexiones precedentes, según es ciertamente evidente, ante el caso suscitado y muy conocido en el Hospital Pereira Rossel con relación a la situación del sector de neonatología, en circunstancias en que se ha logrado, de acuerdo con la información trascendida, que se abriera una etapa de negociaciones con suspensión de medidas de apoyo al conflicto.
No corresponde formular más amplias manifestaciones sino limitarse, como se dice arriba, y se ha expresado en anteriores situaciones de similar índole, a un llamado a la reflexión, especialmente dirigido a los profesionales médicos, extensivo obviamente a quienes son sus auxiliares indispensables, máxime si se tiene en cuenta las dificultades que a estar por las informaciones trascendidas existen actualmente para cubrir las necesidades de tan importantes servicios de salud y las condiciones prevalecientes en los sectores de la población normalmente atendidos en sus servicios. Tal llamado corresponde también dirigirlo a las autoridades que tienen competencia en materia tan delicada
Es con profunda convicción que se formulan los conceptos precedentes, muy sintéticamente expuestos en el presente comentario por no entenderse necesario más amplios desarrollos, en el cumplimiento de lo que se entiende que es deber inexcusable en el ejercicio de la actividad periodística.


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