Opinion | 10 Dic Después de años de reclamos y mucho pregonar, la mentada descentralización universitaria está cobrando forma en el Interior. Ahora, la Universidad de la República acaba de anunciar que impartirá el curso completo de la carrera de Medicina en la Regional Norte, con sede en Salto.
Si bien todavía existen dificultades presupuestales que podrían jugar en contra del inicio de los cursos en el vecino departamento el próximo año, el objetivo es impartir de primero a séptimo. Es así que se pretende asegurar una continuidad a los estudiantes, evitando la necesidad de emigrar a la capital luego de algunos años por no estar disponibles todos los cursos de la carrera, como ha ocurrido con otras opciones de formación universitaria en la región.
En Paysandú también han habido avances en cuanto a la radicación de oportunidades de cursar estudios universitarios y terciarios con participación de la Udelar, como es el caso de los tecnólogos que se imparten conjuntamente con UTU.
La realidad indica que es en este sentido que hay que continuar, puesto que la centralización universitaria en Montevideo no sólo impide a muchos jóvenes concretar una vocación o ansias de superación, sino que además conspira contra la propia estructura de la Universidad cuyo macrocefalismo crea también múltiples problemas.
En algunas ocasiones, el cuello de botella para el inicio de carreras en el Interior es la necesidad de contar con una masa crítica --de docentes e investigadores-- suficiente en el medio local. No obstante, experiencias existentes en Paysandú como la de la Escuela Universitaria de Tecnología Médica o la propia Facultad de Agronomía, testimonian que no es imposible este tipo de desarrollos. A su vez, la facilidad de acceso a las nuevas tecnologías de la información y comunicación han creado la posibilidad de estudiar a distancia --ya sea mediante el uso de plataformas de Internet y computadoras personales, o videoconferencias--, recurso que podría utilizarse con mayor intensidad en algunas materias.
De cualquier forma, congratula ver al Centro Universitario de Paysandú creciendo en capacidades y cursos. Lo mismo se puede decir para la Regional Norte de Salto ya que en ambos casos la ampliación de la oferta educativa abre las puertas a nuevas posibilidades para los jóvenes de la región y contribuye al desarrollo de los entornos locales y, por extensión, al del país en su conjunto.