Locales | 14 Dic Tras el retiro de las aguas del río Uruguay de las instalaciones portuarias se retomará la tarea en un aspecto fundamental para el futuro del puerto sanducero, como es el caso de las obras de refuerzo y remodelación del muelle de cabotaje para la operativa con contenedores, en tanto otro punto de gran importancia con el mismo objetivo es el del dragado del paso Almirón, señaló ante consulta de EL TELEGRAFO el administrador de los puertos de Paysandú y Salto, Julio Scarpenti.
El jerarca indicó que evidentemente un puerto de río siempre está expuesto a las crecidas, y que lo que corresponde es una y otra vez retomar el trabajo normal ante avatares inevitables que se dan a veces con un intervalo de muchos años, aunque en este caso se trató de la mayor crecida registrada en esta zona después de la creciente de 1959.
Explicó Scarpenti que la empresa Stiler S.A., adjudicataria de los trabajos de remodelación y refuerzo de estructura del muelle en una extensión de unos sesenta metros, había contratado a una pilotera argentina para la perforación y construcción de estos elementos, pero naturalmente, con motivo de la crecida se ha interrumpido la tarea, y además tras el retorno de las aguas a su cauce se necesitará hacer una evaluación de los daños que pudo haber causado el agua en los trabajos.
“No podremos evaluar hasta que el agua se retire totalmente, porque habrá que examinar como quedaron las excavaciones y ver si habrá que replantearlo todo otra vez o no”, lo que estará a cargo de los técnicos de la empresa en su momento, manifestó Scarpenti. Antes de la crecida, las expectativas eran de poder tener pronto este sector del puerto para la operativa con contenedores en los primeros meses de 2010, y la fecha tentativa para la culminación de los trabajos podría conocerse tras esta evaluación.
En lo que tiene que ver con las obras de dragado, que se habían suspendido ya desde antes de la crecida por problemas con los equipos, y a la vez por las dificultades inherentes a un río que desde hace tiempo estaba fuera de su cauce, se deberá también evaluar las consecuencias que pudo haber tenido este gran desborde en el canal de Almirón, debido a la fuerte corriente.
Scarpenti consideró que la corriente pudo haber profundizado eventualmente la zona dragada, por arrastre, o por el contrario, sedimentado la zona con lodo y arena, por lo se abre un compás de espera a efectos de determinar fehacientemente las consecuencias.