Deportes | 20 Dic Esta semana se le comenzará a complicar la existencia. Ulises Betti, técnico de la selección mayor del fútbol de Paysandú, va a tener que recurrir seguramente a algún analgésico para que le calme el dolor de cabeza por los serios problemas que tendrá a partir del martes. Es que ese día está prevista la primera práctica de fútbol de la semana, a partir de la cual comenzará a delinear en serio cuál puede ser el equipo titular que afrontará el Litoral Norte. Y el dolor de cabeza surgirá porque el técnico cuenta con un rico plantel que demostró, en el amistoso a beneficio ante el combinado profesional hace pocos días, que será complicado elegir a los 11 titulares, por el buen nivel de futbolistas. Pero ese dolor de cabeza es, sin dudas, el problema que todo técnico quiere tener.
La semana de trabajo que comenzará mañana permitirá ver las cosas con otra claridad más allá del citado amistoso. Se bajarán las revoluciones en el aspecto físico y se hará hincapié en el fútbol, dado que el martes se espera jugar ante un equipo integrado por algunos sanduceros que militan en el profesionalismo, y el jueves volver a repetir el plato pero esta vez entre el grupo.
Esos dos movimientos, que insumirán más o menos una hora, permitirán ver cuál es la idea del técnico y cuáles son los jugadores que pueden adaptarse a lo que pretende. Y, por lo visto, las posibilidades son enormes y abren un abanico extenso. Betti aun no definió cuál es el planteamiento táctico que puede caerle mejor al plantel, aunque tiene en claro que el objetivo será mirar siempre, y sea donde sea, el arco de enfrente. Por eso no se descarta la posibilidad de jugar con tres delanteros, intentando pese a ello conformar una oncena balanceada para no correr riesgos a la hora de defender.
Más allá de las pruebas de esta semana, está claro que faltará camino por recorrer para que la idea de cómo encarar los partidos y la integración del equipo queden definidas.
Ayer, por lo pronto, el plantel realizó el calentamiento previo con pelota para cumplir luego con la orden del preparador físico MIlton Vignolo: potencia con pesas.
No hubo en esta ocasión fútbol en espacios reducidos, pero sí muchas ausencias por diferentes motivos, ya que no estuvieron Barreto, Finozzi, Rodríguez, Piñeiro, Medina, López y Bianchi, así como tampoco Murieda.
Paysandú cerró una nueva semana de trabajo y se viene una especial. Y ni hablar para el técnico.

DA PARA ILUSIONARSE
Fue apenas una muestra, pero permitió dar rienda suelta a la ilusión. El nivel que mostró la selección de Paysandú en el amistoso ante un combinado profesional hace unos días no solo conformó por ser el primer movimiento futbolístico medianamente en serio, sino que permitió proyectar en la imaginación lo que puede brindar este plantel a la hora de afrontar el Litoral Norte.
Y, más allá de que en el fútbol está a la vista que partidos son partidos y se hace imposible vender la piel del oso antes de cazarlo, puede decirse que el potencial de la selección es enorme. Después habrá que ver qué pasa en la cancha. Pero en lo previo, no caben dudas de que Paysandú será protagonista. Primero, porque más allá de algún nombre que siempre pudo haber sido citado, se cuenta con un rico plantel. Segundo, porque ese plantel está conformado por jugadores de jerarquía y muchos de ellos con buen pie, como para que se apueste sin problemas al fútbol.
Tercero, porque el plantel está convencido de que se tiene que volver a ser protagonista no solo en el Litoral Norte, sino a nivel nacional. Y cuarto, porque varios de los referentes de este plantel saben que vivirán una de sus últimas posibilidades con la selección, y transmiten a los más jóvenes esa necesidad de volver a lo más alto. El cóctel puede ser más que interesante. Quedará ahora que el cuerpo técnico lo mezcle, bata, y lo sirva para disfrutar en la cancha. STB