Paysandú, Martes 22 de Diciembre de 2009

OPINIONES

LA VOZ DEL PÚBLICO

Locales | 20 Dic No están solos
Una fuerza silenciosa llega desde el norte. Fría y desoladora imagen de un instante. “¡Hay que salir” se escucha desde todos lados, son ecos de varias voces: temblorosas y jóvenes, fuertes y débiles...
Otra fuerza más cálida, más fuerte, menos apocalíptica, más poderosa, menos egoísta, más sólida, emerge, sale, se revela desde un punto, o mejor, desde varios puntos: son las miles de voluntades extendiendo sus manos, su fe, su solidaridad, su ánimo, su voz, su aliento, su sonrisa... Son voluntades con nombre y apellido, con colores y rostros reconocidos... pero hay otras voces anónimas, sin querer “aparecer” que están incluidas en el acto de quienes contribuyen con lo que materialmente puede significar “poco” para quienes tienen “mucho”, pero que desde la empatía, el hecho de comprender al otro como un semejante que vive con nosotros, que nos recibe en su barrio por motivos de estudio, para divertirnos... que nos ayuda a entender el paisaje y el espacio... ese es el valor supremo, máximo.
A todas aquellas personas que están padeciendo las inundaciones, especialmente al Barrio del Puerto, que nos ha recibido con varios estudiantes en una salida didáctica.
Prof. de Geografía
Jenry Michael Márquez Santana. 3.390.852-4

RECIBIMOS Y PUBLICAMOS
Nació de nuevo
a los 17 años
Corría el mes de noviembre de 1959 y la Federación Ciclista de Paysandú se preparaba en la Ruta 90 para competir “El Campeonato del Litoral”. Chicos de 17 años con bicicletas prestadas se jugaban sus primeros puestos de clasificación. En una tarde soleada y luego de sus estudios y trabajos fueron a la Ruta 90; se preparaban bajo la dirección de Esteban Heredia. Para la velocidad allí estaban clasificados: Jorge Amado Francolino Busollo, junto a Nerys López, Iser Trogu, César Silva, Antonio Beraza y otros. El destino a Jorge Francolino lo marcó mal: venía embalando fuerte y un auto de frente lo chocó, y el “Churchill” que era nuestra esperanza se accidentó grave, se jugó la vida. Fue un 23 de noviembre de 1959 que lo llevaron a Montevideo pero Dios no quiso que se fuera de Paysandú; se desató una tormenta y el avión no pudo despegar. Aquí quedó en el hospital, la vida se salvó.
Jorge Francolino recuperó el conocimiento gracias a la ciencia sanducera de los doctores Piñeyrúa, Sarroca, Mannise, Mojoli y Lanterna (recién empezando), y otro que pedimos perdón que de aquellos momentos no recordamos pero sí le agradecemos a Dios que hoy a 50 años, el “Churchill” está con nosotros. Gracias, Hospital de Paysandú, gracias a los doctores que tanto ayudaron pero ya no están más.
Sus amigos

RECIBIMOS Y PUBLICAMOS
Sr. Intendente de Paysandú
Don Julio Pintos. Presente Sr. Intendente, hubiéramos deseado de todo corazón, no tener que solicitar la publicación de la presente, pues de ningún modo deseamos perjudicar su prestigio ni interferir en su próxima campaña política. Solo deseamos por todos nosotros los sanduceros y por nuestra otrora hermosa ciudad que tanto prestigio tuvo y que por muchos años nos llenó de orgullo, volver a sentir la satisfacción de pertenecer a este querido departamento, donde tanto se respetaba a la gente y existía en la práctica el tan mentado dicho de que los derechos de la gente terminan donde comienzan los de otros ciudadanos.
Con fecha 9 de setiembre ppdo. elevamos a Ud. una nota, haciéndole conocer la odisea vivida por nuestro barrio como consecuencia de la falta total de respeto de quienen frecuentan el bar “El Clásico”, quienes con su bochornosa conducta atentan contra el derecho al descanso del numeroso vecindario que cada vez con mayor saña es sometido a un escándalo irrespetuoso y enfermizo que desconoce todas las normas de conducta que debieran observarse en la sociedad. En la oportunidad, una delegación del barrio intentó obtener una entrevista con Ud. ,no pudiendo acceder a la misma. No recordamos si se encontraba en España o en Alemania, pero lo cierto es que tanto en dicha oportunidad como en otra posterior, no fue posible ubicarlo en la intendencia. Realizamos toda la tramitación que se nos indicara y esperamos (en vano) que Ud. regresara y se contactara con gente del barrio para dar respuesta a los reclamos, cosa que nunca tuvimos la satisfacción de lograr. Aclaramos que cuando en setiembre entregamos la mencionada carta, ya hacía un mes que veníamos bregando con la sección espectáculos públicos para intentar por los medios más civilizados posibles, solucionar el tema sin necesidad de pasar a mayores. Pero todo fue inútil. El conocimiento por parte de los dueños del bar, de que los vecinos se sentían molestos y reclamaban, los enardeció y trajo como consecuencia amenazas veladas de todo tipo y mayor euforia y saña en sus desbordes nocturnos.
En octubre pedimos nuevamente audiencia para poder ampliarle la información en forma personal y nos encontramos que, habiendo regresado de sus viajes, ahora se encontraba haciendo uso de licencia. Logramos que nos atendiera su suplente y pese a la demostración de respeto que se nos dispensara, escuchando nuestros argumentos, la expectativa que entendimos se creaba, favorable a resolver el asunto, se frustró. Nuevamente la desidia, la falta total de interés en el tema por parte de la intendencia y a esta altura el agravamiento de los hechos.
Tenemos derecho a preguntarnos y preguntarle si existe alguna razón para nosotros desconocida, de amiguismo, de proteccionismo, o de otras índoles, que impiden a la intendencia como autoridad máxima en el tema, intentar aunque más no sea, solucionarlo.
O se trata de ineficacia total de quienes tienen en sus manos el asunto... O se trata de desinterés absoluto por lo que le pasa a la gente Nosotros necesitamos que la intendencia con Ud. al frente solucione este tema que es tan candente y de tanta proyección para ciudadanos que trabajan y desean descansar, no pudiendo hacerlo por culpa de este antro que ha pasado a “copar” el barrio con sus disturbios. Ud. también nos va a necesitar dentro de muy poco, cuando quiera ser reelecto y encuentre el desinterés total de estos ciudadanos.
Nos merecemos respeto, consideración, y podemos afirmar (y quienes leen los diarios saben de que estamos hablando con mucha razón, pues con fecha 20-09-09 se publicó nuestra carta denuncia) que todo lo que hemos mencionado en nuestras cartas, es fácilmente comprobable ya que aún en una oportunidad los inspectores de la IDP y del INAU confirmaron que asistían menores al bar en horario de la madrugada, mujeres que no sabemos qué ejercen a esas horas de la noche, tamborileo y cánticos hasta las 5 de la mañana que excedían los límites de decibeles permitidos ... y ainda mais.
Es evidente de que las autoridades de la IDP miran para otro lado y se hacen los distraídos.
A su vez, Jefatura de Policía en la persona de su director de seguridad, Crio. Alarcón, tampoco nos da solución a nuestros requerimientos y todo esto nos hace sentir indefensos total. Al parecer tienen más derechos quienes violan las disposiciones legales que quienes las respetan y pretenden hacerlas respetar.
¿Esperan acaso que los hechos se agraven con los vecinos ya muy pero muy, muy molestos y luego tengan que reaccionar frente a hechos consumados? Sr intendente por favor, póngase las pilas y haga cumplir las leyes,que para eso se votan. Vecinos de calle Wáshington y 33


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