Opinion | 21 Dic A pesar de encontrarse vigente desde principios de diciembre el denominado Edicto del Fuego, no es inusual por estas épocas que algunas personas continúen realizando fogatas para eliminar malezas, lo que constituye riesgo de incendio.
El referido edicto prohíbe las quemas de todo tipo en todo el territorio nacional hasta el próximo 15 de abril, autorizando a encender fuego solo en parrilleros o instalaciones adecuadas y además exige tomar precauciones como tener baldes de agua a mano en caso de que se produzca una emergencia.
La experiencia de temporadas anteriores, en las que se debió trabajar denodadamente para frenar el avance de las llamas en varias partes del país --principalmente en el Este-- implica un llamado de atención y apela a ser cuidadosos, ya que cuando las condiciones son propicias la más mínima llama puede convertirse en un incendio de gran alcance y riesgo para las vidas humanas y los bienes materiales.
Alcanza con tomar algunas precauciones mínimas, como mantener limpios y vigilados los predios arbolados, depositar en lugares apropiados los restos de podas y hojarasca para evitar su dispersión y, especialmente ahora que se aproximan las vacaciones, tener especial cuidado con los fogones de los campamentos. Para esto, se deberá atender que no se instalen en zonas con malezas u hojarascas o cerca de otros elementos combustibles. Además se recomienda tomar la precaución de rodearlos con piedras, arena o tierra, vigilar el fuego en forma permanente y extinguirlo totalmente antes de abandonar el lugar.
Como elemento adicional, cabe tener en cuenta que en estos días el riesgo potencial se ve aumentado debido al uso de pirotecnia. Si bien aún faltan algunas jornadas para Navidad, en los barrios de la ciudad se escuchan cohetes todo el día y los comercios y puestos callejeros han empezado a aumentar las ventas de estos artículos.
Un aspecto al que no se le presta atención habitualmente pero que ha generado más de una corrida y nerviosismo es el peligro que representa en este momento del año el uso de pirotecnia cerca de lugares resguardados del sol con malla-sombra, elemento que es habitual que también se coloque en el techo de las viviendas para disminuir la absorción de calor hacia el interior.
Un incendio puede generarse por múltiples causas pero generalmente el descuido o la irresponsabilidad están asociadas a la mayoría de ellas. Tomar las medidas de prevención antes señaladas no solo es un deber legal --que da origen a la aplicación de sanciones en caso de infracción-- sino también una obligación moral de todo buen vecino y ciudadano.