Paysandú, Sábado 26 de Diciembre de 2009
Rurales | 19 Dic En Salto y Durazno se realizaron en las últimas semanas sendas presentaciones que mostraron el comportamiento productivo y los resultados económicos logrados con la introducción del material genético Merino multi Propósito, que está llegando a Uruguay, pero que ya superó el millón de cabezas en Argentina. Aquí dos cabañas ya están en la etapa de producción de carneros, cuya segunda generación saldrá a la venta en marzo en Tacuarembó. Dos tipos de productores, con sistemas y razas muy diferentes, se han interesado por esta genética.
El Merino multi Propósito se creó en Victoria, Australia y desde allí llegó a la Argentina, donde se formó el grupo Ovis XXI que aporta el soporte tecnológico y comercial para su expansión en Sudamérica (Argentina y Chile primero) y trabaja para impulsar su introducción en Uruguay, hasta ahora tímida.
En el país vecino ya están establecidas 21 cabañas y 101 productores para comercializar en Uruguay, Argentina y Chile, superando el millón de cabezas. El programa cuenta con un buen soporte de asesoramiento profesional que se acentuará en Uruguay ahora que los productores están superando los graves contratiempos provocados por la sequía y de precios provocados por la crisis internacional, que concentró toda la atención de los empresarios agropecuarios.
Quien se interese por conocer el Merino multi Propósito luego de conocer las experiencias de quienes ya lo experimentaron, deberán ir advertidos de que no se encontrará con una oveja merino tradicional, sostiene el informe elaborado por Conexión Agropecuaria, de la consultora Blasina y Tardáguila. El aspecto más sobresaliente es que no tiene arrugas. Además es de gran porte, un largo de fibra mucho mayor que el de cualquier Merino, muy suave y que no tiende a agruparse en mechas.
Se explicó en estas jornadas que su piel, con gran cantidad de folículos es determinante de esta característica y esa posibilidad de producir muchas fibras genera vellones de pesos similares a los de animales de lana mucho más gruesas.
Ricardo Fenton de la cabaña Monte Dinero de Santa Cruz y el gerente general de Ovis XXI, ingeniero agrónomo Pablo Borrellli, explicaron su opción, como una herramienta para maximizar la facturación. Y la única forma es que se alcancen dos objetivos: lana fina de calidad y carne. El concepto doble propósito es así redimensionado 150 años después de ser propuesto. Con ese objetivo se comenzó a desarrollar el proyecto en el año 2004, en la zona corriedalista de la Patagonia, tratando de revertir la caída de los valores de la lana que tradicionalmente se produjo en esa región. Como en esa zona de Argentina, la única alternativa ganadera es la producción ovina, las soluciones a los problemas económicos-financieros de las explotaciones debían surgir de la propia oveja.
Dispuestos a hacer algo distinto para lograr resultados diferentes y trabajar para producir lo que demandan los mercados, o sea lanas finas, los argentinos, seguidos por un grupo de productores chilenos se propusieron producir lanas finas a través del Merino multi Propósito. Que no es una oveja para competir en exposiciones, admiten, pero sí para cambiar la rentabilidad del rubro. El proyecto ovino impulsado por el gobierno argentino, que generó muchas expectativas en el país y es citado como un buen ejemplo a imitar aquí en Uruguay, no cambió la tendencia de reducción del stock. “No se produjeron avances porque se mantuvo la oveja tradicional”, sentenció Pablo Borrelli. Y aportó algunas referencias importantes, al señalar que en la comparación del margen bruto por hectárea relacionado con la cría vacuna, el ovino tradicional está en un 78%; la primera cruza Merino multi Propósito alcanza a 161% y con el mejor nivel de MPM (sigla en inglés de Merino Multi Propósito), el margen bruto es de 239%.
Se aseguró que la primera cruza con Corriedale de 28 micras, produce animales de 24 micras. Al final de la exposición se aportaron algunos resultados verificados en Argentina y Chile, estableciéndose que en cruzamientos con Merino, en cinco casos al cabo de un período de cinco años, se aumentó la facturación en U$S 5 por oveja.
También se expusieron diez casos de emprendimientos de cruzamientos con Corriedale. El primer impacto en estos casos fue la gran mejora en calidad de lana. También se observó un aumento de la señalada. Pero lo más significativo es que el análisis de estas 10 empresas ovejeras determinó un aumento en promedio de U$S 11 dólares la facturación por oveja.
En Uruguay no existe volumen para tener datos de estas características, pero los primeros animales cruza MPM, fueron significativamente más finos y de mayor tamaño, manteniendo peso de vellón. Se mantuvo o aumentó el largo de fibra, se consiguió mayor suavidad y características de confort.
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