Opinion | 20 Dic El representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Uruguay, Fernando Dora, aseguró que “el uruguayo no es tan agresivo como sus vecinos de Brasil y Argentina al manejar”, ya que “si hay un peatón atravesando una calle sin semáforos, al menos los autos se detienen”.
Dora señaló que “Uruguay es un país que recibe al año unos dos millones de turistas, principalmente en auto, a través de las fronteras terrestres con Brasil y Argentina”, países “con muy malos hábitos en el manejo, donde por regla general no se respetan las señales”.
El representante de la OPS realizó estas declaraciones luego de participar en el primer encuentro nacional “Hacia una alianza por la seguridad vial”, organizado por la OPS y la Unidad Nacional de Seguridad Vial. Los participantes firmaron una declaración para crear la Alianza por la Seguridad Vial de Uruguay, con la formación de cuatro comisiones interdependientes de educación, capacitación, comunicación y normativas.
Manifestaron su propósito de desarrollar acciones de demostrada eficacia y efectividad en todos los niveles, a los efectos de estimular buenas prácticas, acciones y cambios culturales que permitan reducir los factores de riesgo. Además, se comprometieron a fomentar la cooperación internacional que permita complementar el esfuerzo nacional en la materia a todos los niveles. Se declaró asimismo 2010-2020 como Década de Acción para la Seguridad Vial para estimular buenas prácticas, acciones y cambios culturales que permitan reducir los factores de riesgo.
Si bien los uruguayos nos comportamos mejor a la hora de circular por las calles y carreteras, no cabe duda que queda mucho por mejorar. Estos cuatro componentes --educación, capacitación, comunicación y normativas-- son fundamentales para alcanzar el objetivo de disminuir la siniestralidad vial, que causa tanto daño --muertes, lesiones permanentes y pérdidas económicas--, en especial en la población más joven del país.