Paysandú, Domingo 27 de Diciembre de 2009

Junta Departamental

Presidente Francisco Debali hace una evaluación positiva del año, pero señala escasa tarea legislativa

Locales | 27 Dic El presidente de la Junta Departamental, edil del MPP Frente Amplio, Francisco Debali, evalúa en forma positiva la primera parte del año de sesiones que -como se ha indicado- tras el receso de verano culminará en julio próximo al asumir los ediles que resulten electos en las elecciones de mayo de 2010.
Señala que “si tomamos los diez meses que van desde el 19 de febrero que se levantó el anterior receso de verano y hasta el 17 de diciembre que se realizó la última sesión, en un repaso de lo ocurrido, tenemos aprobados 258 decretos y se elevaron más de 1.000 oficios a distintas reparticiones oficiales e instituciones privadas. Esto podría llevar a decir ‘trabajó bien la Junta’ al aprobar esa cantidad de decretos que, en realidad, son leyes departamentales; pero hay que aclarar que no fue trabajo legislativo sino anuencias o proyectos elevados desde el Ejecutivo para su aprobación o no por el plenario de ediles. Esta es la tónica de todas las juntas departamentales del país, ya que vemos que el 95 por ciento de los decretos aprobados son elevados por las intendencias. Iniciativas de ediles, en cuanto a proyectos codificados, con artículos numerados, puede decirse que no pasan del 5 por ciento y para Paysandú ese porcentaje tal vez sea una exageración”.
“El trabajo de los ediles, en general, refiere a la presentación de mociones ante hechos puntuales, una calle, un camino, etcétera, algo que bien pueden hacer directamente los ciudadanos, ya que tienen el ‘derecho de petición’ y lo canalizan ante la oficina correspondiente de la Intendencia, pidiendo que les arregle o coloque un foco de luz, una calle donde hay pozos y otros problemas. Pero bueno, esta es la tónica de lo que se entiende es trabajo de los ediles y entonces hay que aceptarlo como tal”.
Temas pendientes
desde hace años
Debali reconoce que “hay temas pendientes desde hace unos cuantos años y varios de ellos ni siquiera de esta legislatura. Un ejemplo es lo que refiere a una reglamentación correcta, efectiva, para el trabajo de la gente que está en los estacionamientos públicos, tema que todavía no se ha terminado de dilucidar y otra serie de cosas a las que ‘no se les ha hincado el diente’”.
“Otro ejemplo, el Plan Urbanístico que fue aprobado en 2003 y en el cual se establece que a los cinco años tiene que haber una revisión, lo que se comenzó a hacer y está en comisiones de esta Junta, pero no se ha terminado el trabajo porque en estas circunstancias coincidió además con la Ley de Ordenamiento Territorial y de alguna manera habría que buscar la forma de que vayan encastrando una cosa con otra para que no se produzca ninguna situación anormal, pero esto ha dilatado la terminación de nuestro trabajo”.
La falta de espacio físico
Respecto del poco espacio disponible dice: “la Junta Departamental está funcionando en el primer piso del Palacio Municipal, que es de la Intendencia. Sí somos conscientes que la sala de sesiones ‘General José Gervasio Artigas’ es una auténtica joyita y ha merecido la admiración de los visitantes de esta institución, pero se traba un poco el funcionamiento de las comisiones. Hay días en que sesionan varias comisiones y prácticamente no hay lugar para que lo hagan, debiéndose habilitar la sala de sesiones o emplear alguna de las bancadas. Entonces, pensando en lo que sucedió en el Palacio Legislativo en que se tuvo que hacer un edificio especial para el trabajo de comisiones, creemos que la Junta necesita algo así para trabajar con mayor comodidad”.
Sobre lo que ocurre en la Intendencia dijo que “los ediles realizamos una recorrida por todas las oficinas municipales en el comienzo de esta administración y personalmente quedé sorprendido al ver la forma en que trabajan los funcionarios, hacinados, en compartimientos estancos muy chicos. Pudimos comprobar que la IDP necesita más espacio físico, pero bueno, por distintos motivos no se han dado las circunstancias de llegar a una solución. Eso sí, la Intendencia necesita desconcentrar buena parte de los servicios que funcionan en el Palacio Municipal”.
Directa participación
de la junta
Sobre lo actuado en el ámbito del Comité de Emergencia, Debali señala que “en diciembre de 2008, en sesión ampliada para tratar el tema de la sequía ante inquietud de un edil suplente, se manifestó la inquietud que esta Junta fuera incorporada el Comité de Emergencia. Lo que fue tomado en cuenta y cuando comenzó a funcionar en forma efectiva, instalado el local frente a la calle Solís, asistimos a las reuniones que allí se realizaban. Pero, por suerte, la Junta no quedó solo en el enunciado del apoyo sino que lo hizo efectivamente poniendo a disposición del Comité de Emergencia, su vehículo y chófer, que fue dispuesto para que el equipo de ASSE realizara la recorrida por los campamentos a lo largo de la costa y llevar asistencia médica a toda esa gente”.
“En colaboración con el Club de Leones, que ya lo venía haciendo y a pesar de que nos incorporamos un poco tarde, contribuimos con frutas ya que los médicos que realizaban los controles sanitarios, se dieron cuenta que en la ración diaria que recibían casi 600 evacuados no las había. Aquella institución de servicio entendió que debía colaborar con la fruta y nosotros nos sumamos a ello para que tanto en el almuerzo como en la cena tuvieran ese complemento nutricional tan importante”.
TRATAMIENTO RESPETUOSO
Sobre la forma respetuosa y equilibrada con que se trató políticamente el tema de los damnificados por la creciente del río Uruguay, el presidente de la Junta Departamental entiende: “creo que fue importante el momento que yo transmití a los señores ediles que estaba sesionando el Comité de Emergencia, cómo lo hacía y abierto a todos ellos para que vieran la forma en que se trabajaba. Concurrieron ediles de todos los partidos y también vimos a los tres diputados por Paysandú. Eso, de alguna manera, le permitió a todos darse cuenta que las cosas se estaban haciendo y en buena forma, que el Estado a través de sus distintas reparticiones estaba trabajando para ayudar a los damnificados y así descomprimió la posibilidad de que (el problema natural) fuera utilizado políticamente”.


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