Ing. Agr. Gustavo Américo

Rurales | 21 Dic Si 40 años son muchos, seguramente 29 permitirá a cualquier persona conocer de primera mano las vivencias que se desarrollan en un grupo, más aún cuando la tarea de un profesional permite asesorar y buscarles soluciones a los problemas en forma conjunta, tal lo que procura desde sus inicios la actividad CREA. El ingeniero agrónomo Gustavo Américo ingresó en 1980 a trabajar con el grupo y a su entender “el funcionamiento es similar a 40 años atrás, pero evidentemente existe una evolución de la agropecuaria y con otras exigencias”.
“Necesariamente debemos estar acordes a las nuevas generaciones. Hay otras tecnologías y el avance es extraordinario, lo que nos lleva a estar cada vez más al día”, sostiene en el diálogo con EL TELEGRAFO.
“Es necesario llevar la gestión de las empresas”, explica el profesional sanducero, “viendo no solo lo que ocurrió sino con esa base, planificar. En ese sentido se trabaja mucho, no solo en la planificación sobre la formación obtenida, sino que está comenzando gracias a la informática a utilizarse en forma más eficiente, algunos modelos de simulación que nos permiten planificar, ajustándolo mes a mes”.
El actual coordinador del grupo sostiene que continúa siendo una norma “la reunión mensual en cada una de las empresas y en ese sentido no se han verificado cambios”.
“Generacionalmente no siguen siendo las mismas empresas”, precisó. “No solo que han cambiado las personas, sino los propios establecimientos por distintos motivos se han disuelto, o simplemente han venido nuevas generaciones y no les interesa esta metodología”.
También recordó que “han aparecido muchas empresas de capitales argentinos que habitualmente tienen una buena experiencia del movimiento CREA en su país, lo que ha llevado a que fortalezca al movimiento de la zona”. Américo manifestó que “hoy el movimiento CREA está muy fuerte en el Uruguay con 45 grupos funcionando en distintos sectores: ganadero, agrícola-ganadero, lechero y granjero, tratando de solucionarle los problemas que tiene el hombre de campo en la diaria y los resultados que aspira a tener en su establecimiento”.