Paysandú, Lunes 28 de Diciembre de 2009
Policiales | 27 Dic Cuando aún resonaban las copas por los brindis familiares y la alegría continuaba apoderándose de algunas personas, un desagradable hecho se registró próximo a las 20.30 del viernes 25, y un niño de 10 años recibió su peor regalo de Navidad. Nunca pensó que al salir junto a su hermano de 12 y un amigo de éste a recorrer el barrio, un sujeto borracho lo sometería a un abuso que seguramente por mucho tiempo no podrá borrar de su memoria.
Los niños iban caminando y pasaron junto a un grupo de hombres en aparente estado de ebriedad. Uno de ellos tomó de un brazo al niño de 10 años, sostuvo fuertemente sus manos para inmovilizarlo y lo aupó y comenzó a besarlo.
Lo besó “no precisamente en la mejilla, como luego este degenerado adujo frente a un juez”, contó a EL TELEGRAFO la madre, muy angustiada. “Su hermano y su amiguito --testigos del infeliz episodio-- le pidieron que lo soltara, pero también a ellos los tomó de las muñecas y hombros para sacárselos de encima”, relató.
“Los cómplices de este que se hace llamar hombre, le dijeron que lo dejara porque el padre --que es policía-- lo podía ‛meter preso’, y él se reía diciendo ‘¡Qué miedo que me da!’ Se reía ahí, porque frente al juez lloró. Sí, reconoció lo que hizo, pero se plantó en que lo había besado solo en la mejilla y no en la boca”, agregó la mamá del niño.
“Por esta gracia que quiso hacer como diversión navideña terminó atemorizando a mis hijos y a su amigo. El pequeño llegó a casa llorando, desesperado, se sentía y se siente sucio y pasa todo el tiempo lavándose la boca una y cien veces. Y como si esto fuera poco, soñó con la maldita cara del degenerado y desde ese triste hecho no quiere salir de casa”.
“Queremos decirle a este sujeto que sabemos su nombre, apellido, su apodo y también donde vive. Solo espero como madre que algún día se haga justicia, ya que por esta vez quedó libre”, resaltó, para agregar que “esta familia espera que el 31 de diciembre o el 1º de enero, cuando este sujeto tome su primera copa se acuerde del daño moral que le hizo a una criatura de 10 años”.
La señora lamenta que el sujeto sin “códigos, que se vale del alcohol para aparentar ser más ‘hombre’ o hacer lo que no puede estando fresco” haya quedado en libertad, porque “como dijo el juez: ‛besar...no es delito’ y por su llanto y arrepentimiento quedó en libertad”.
Finalmente la familia del menor quiso hacer extensivo su agradecimiento al personal de la Seccional Segunda, como así también al amigo de sus hijos y su familia por el apoyo brindado.
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